Leccionario III (par) - Martes de la XXXI semana del tiempo ordinario

TIEMPO ORDINARIO

MARTES DE LA XXXI SEMANA
DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Fil 2, 5-11
Se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó sobre todo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses.

HERMANOS:
Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús.
El cual, siendo de condición divina,
     no retuvo ávidamente el ser igual a Dios;
     al contrario, se despojó de sí mismo
     tomando la condición de esclavo,
     hecho semejante a los hombres.
Y así, reconocido como hombre por su presencia,
     se humilló a sí mismo,
     hecho obediente hasta la muerte,
     y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo
     y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre;
     de modo que al nombre de Jesús
     toda rodilla se doble
     en el cielo, en la tierra, en el abismo,
     y toda lengua proclame:
     Jesucristo es Señor,
     para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial 
Sal 21, 26b-27. 28-30a. 31-32 (R/.: 26a)
R/.   El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.

        V/.   Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
                 Los desvalidos comerán hasta saciarse,
                 alabarán al Señor los que lo buscan.
                 ¡Viva su corazón por siempre!   R/.

        V/.   Lo recordarán y volverán al Señor
                 hasta de los confines del orbe;
                 en su presencia se postrarán
                 las familias de los pueblos.   R/.

        V/.   Porque del Señor es el reino,
                 el gobierna a los pueblos.
                 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra.   R/.

        V/.   Mi descendencia le servirá;
                 hablarán del Señor a la generación futura,
                 contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
                 «Todo lo que hizo el Señor».   R/.


Aleluya
Mt 11, 28
R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.

V/.   Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados —dice el Señor—,
        y yo os aliviaré.    R/.

EVANGELIO
Lc 14, 15-24
Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se me llene la casa
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús:
«¡Bienaventurado el que coma en el reino de Dios!».
Jesús le contestó:
«Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó a su criado a avisar a los convidados:
“Venid, que ya está preparado”.
Pero todos a una empezaron a excusarse.
El primero le dijo:
«He comprado un campo y necesito ir a verlo. Dispénsame, por favor”.
Otro dijo:
«He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor”.
Otro dijo:
“Me acabo de casar y, por ello, no puedo ir”.
El criado volvió a contárselo a su señor. Entonces el dueño de casa, indignado, dijo a su criado:
“Sal aprisa a las plazas y calles de la ciudad y tráete aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos”.
El criado dijo:
“Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio”.
Entonces el señor dijo al criado:
“Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se llene mi casa. Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete”».

Palabra del Señor.


© Conferencia Episcopal Española

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