Misal Romano (tercera edición) - Por la paz y la justicia

MISAS Y ORACIONES POR DIVERSAS NECESIDADES

30. Por la paz y la justicia


Esta misa no puede decirse en la solemnidad de santa María, Madre de Dios, el día 1 de enero.

Puede utilizarse también la misa para fomentar la concordia.

A

Antífona de entrada          Cf. Eclo 36, 15-16
Señor, da la paz a los que esperan en ti, escucha las súplicas de tus siervos y llévanos por el camino de la justicia.

Oración colecta
OH, Dios,
que manifestaste que serán llamados hijos tuyos
los amantes de la paz,
concédenos instaurar sin descanso aquella justicia
que puede garantizar
una paz firme y verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo.

     O bien:

OH, Dios,
que cuidas de todos con amor paternal,
concede, en tu bondad,
que los hombres,
a quienes diste un mismo origen,
formen una sola familia en la paz
y vivan siempre unidos por el amor fraterno.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
SEÑOR,
que el sacrificio salvador de tu Hijo, Rey pacífico,
ofrecido bajo estos signos sacramentales
que significan la paz y la unidad,
sirva para fortalecer la concordia entre todos tus hijos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión          Mt 5, 9
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

     O bien:          Cf. Jn 14, 27

La paz os dejo, mi paz os doy, dice el Señor.

Oración después de la comunión
CONCÉDENOS, Señor,
tu espíritu de caridad
para que, alimentados con el Cuerpo y Sangre de tu Unigénito,
fomentemos con eficacia
la paz entre todos que él mismo dejó.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B

Otras oraciones por la paz

Oración colecta
OH, Dios,
creador del mundo,
bajo cuyo gobierno se desarrolla el curso de la historia,
muéstrate propicio a nuestras súplicas
y concede a nuestro tiempo el sosiego de la paz,
para que nos gocemos incesantemente
en la alabanza de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo.

     O bien:

DIOS de la paz,
tú eres la paz misma,
a quien el espíritu violento no comprende
ni el corazón cruel acepta,
haz que perseveren en el bien
los que conviven en concordia,
y que recuperen la paz, olvidando el mal,
los que están enfrentados.
Por nuestro Señor Jesucristo.


© Conferencia Episcopal Española

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