Misal Romano (tercera edición) - En la celebración de las sagradas Órdenes

MISAS RITUALES

IV. EN LA CELEBRACIÓN DE LAS SAGRADAS ÓRDENES


1. En la ordenación del obispo

Esta misa ritual puede utilizares, con color blanco o festivo, excepto en las solemnidades, en los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, en los días dentro de la octava de Pascua y en las fiestas de los apóstoles. En estos días se celebra la misa del día.


A

En la ordenación de un solo obispo

Antífona de entrada          Cf. Lc 4, 18
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres y curar a los contritos de corazón [T. P. Aleluya].

Se dice Gloria.

Oración colecta
OH, Dios,
que por pura generosidad de tu gracia,
has querido poner hoy al frente de tu Iglesia de N.,
a tu siervo, el presbítero N.,
concédele ejercer dignamente el ministerio episcopal
y guiar con la palabra y el ejemplo, bajo ta amparo,
la grey que le has confiado.
Por nuestro Señor Jesucristo.

     O bien, especialmente si se ordena un obispo no residencial:

OH, Dios, Pastor eterno,
que gobiernas a tu grey con protección constante,
y has querido incorporar hoy al colegio episcopal
a tu siervo, el presbítero N.,
concédele ser auténtico testigo de Cristo en todas partes
con una vida santa.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Se dice Credo, si lo exigen las rúbricas; se omite la oración universal.

Oración sobre las ofrendas

A. Si preside la liturgia eucarística el obispo recién ordenado:
TE ofrecemos, Señor,
este sacrificio de alabanza
para que aumentes en mí
el espíritu de servicio
y lleves a término
lo que me has entregado sin méritos propios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B. Si preside la liturgia eucarística el obispo ordenante principal:
SEÑOR, acepta complacido
la ofrenda que te presentamos por tu Iglesia
y por tu siervo N., obispo,
y dígnate enriquecer con virtudes apostólicas,
para bien de tu grey,
al que pusiste como pontífice
al frente de tu pueblo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede decir el prefacio I de las ordenaciones.

En las plegarias eucarísticas se hace mención del obispo recién ordenado.

I. Cuando se utiliza el Canon romano se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.

A. Si lo dice el obispo recién ordenado:

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
te la ofrecemos también por mí, indigno siervo tuyo,
a quien te has dignado promover al orden episcopal;
conserva en mí tus dones
para que fructifique lo que he recibido de tu bondad.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

B. Si lo dice otro obispo:

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
te la ofrecemos también por tu siervo N.,
a quien te has dignado promover al orden episcopal;
conserva en él tus dones
para que fructifique lo que ha recibido de tu bondad.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

II. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística II la mención se intercala en la intercesión Acuérdate, Señor.

A. Si lo dice el obispo recién ordenado:

Acuérdate, Señor,
de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa N.,
[con mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N.,
o bien, si lo dice un obispo auxiliar: con nuestro obispo N.,]
y conmigo, indigno siervo tuyo,
a quien has constituido hoy pastor de la Iglesia [de N.],
y todos los pastores que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza de la resurrección...

B. Si lo dice otro obispo:

Acuérdate, Señor,
de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa N.,

 Si el recién ordenado es el obispo residencial:

con mi hermano N., (o bien, si lo dice un obispo auxiliar: con nuestro obispo N.,)
a quien has constituido hoy pastor de esta Iglesia de N.,*

•• Si el recién ordenado no es el obispo residencial:

con mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N.,
(o bien, si lo dice un obispo auxiliar: con nuestro obispo N.,)
y con tu siervo N.,
a quien has constituido hoy pastor de la Iglesia [de N.],*

* y todos los pastores que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza de la resurrección...

III. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística III la mención se intercala en la intercesión Te pedimos, Padre, que esta Víctima.

A. Si lo dice el obispo recién ordenado:

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el papa N.,
[a mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N.,
o bien, si lo dice un obispo auxiliar: a nuestro obispo N.,]
a mí, indigno siervo tuyo,
que he sido ordenado hoy pastor de la Iglesia [de N.],
al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos,
y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas...

B. Si lo dice otro obispo:

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el papa N.,

 Si el recién ordenado es el obispo residencial:

con mi hermano N.(o bien, si lo dice un obispo auxiliar: con nuestro obispo N.,)
a quien ha sido ordenado hoy pastor de esta Iglesia de N.,*

•• Si el recién ordenado no es el obispo residencial:

con mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N.,
(o bien, si lo dice un obispo auxiliar: con nuestro obispo N.,)
y con tu siervo N.,
que ha sido ordenado hoy pastor de la Iglesia [de N.],*

* al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos,
y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas...

IV. Cuando no se utiliza el prefacio propio se puede emplear la Plegaria eucarística IV. La mención se intercala en la intercesión Y ahora, Señor, acuérdate.

A. Si lo dice el obispo recién ordenado:

Y ahora, Señor, acuérdate
de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio:
de tu servidor el papa N.,
[de mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N.,
o bien, si lo dice un obispo auxiliar: de nuestro obispo N.,]
y de mí, indigno siervo tuyo,
a quien te has dignado elegir hoy para el servicio de tu pueblo,
del orden episcopal y de los presbíteros y diáconos;
acuérdate también de los oferentes y de los aquí reunidos,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan con sincero corazón.

Acuérdate también de los que murieron...

B. Si lo dice otro obispo:

Y ahora, Señor, acuérdate
de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio:
de tu servidor el papa N.,

 Si el recién ordenado es el obispo residencial:

de mi hermano N.(o bien, si lo dice un obispo auxiliar: de nuestro obispo N.,)
a quien te has dignado elegir hoy para el servicio de tu pueblo,*

•• Si el recién ordenado no es el obispo residencial:

de mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N.,
(o bien, si lo dice un obispo auxiliar: de nuestro obispo N.,)
y de este siervo tuyo N.,
a quien te has dignado elegir hoy para el servicio de tu pueblo,*

* del orden episcopal y de los presbíteros y diáconos;
acuérdate también de los oferentes y de los aquí reunidos,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan con sincero corazón.

Acuérdate también de los que murieron...

Antífona de la comunión           Cf. Jn 17, 17-18
Padre santo, santifícalos en la verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo, dice el Señor [T. P. Aleluya].

Oración después de la comunión

A. Si preside la liturgia eucarística el obispo recién ordenado:
TE pedimos, Señor,
que realices plenamente en nosotros
el auxilio de tu misericordia,
y nos hagas ser compasivos de tal modo
que en todas nuestras obras podamos agradarte.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B. Si preside la liturgia eucarística el obispo ordenante principal:
SEÑOR, por la eficacia de este misterio
multiplica en tu siervo N., obispo,
los dones de tu gracia,
para que ejerza dignamente el ministerio pastoral
y consiga los premios eternos
por su fidelidad en tu servicio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición solemne al final de la misa

A. Si preside la liturgia eucarística el obispo recién ordenado, él mismo imparte esta bendición con las manos extendidas sobre el pueblo.

OH, Dios, que cuidas a tu pueblo con misericordia
y lo diriges con amor,
concede el Espíritu de la sabiduría
a quienes confiaste la misión del gobierno en tu Iglesia,
para que el progreso de los fieles santos
sea el gozo eterno de sus pastores.

R/.   Amén.

Tú que, con el poder de tu gloria
ordenas el número de nuestros días
y la duración de los tiempos,
dirige benévolo tu mirada sobre nuestro humilde ministerio
y concede a nuestro tiempo la abundancia de tu paz.

R/.   Amén.

Ayúdame también con los dones
que, por tu gracia, has puesto en mí,
y pues me has elevado al orden episcopal
concédeme agradarte con la perfección de las obras;
que el corazón del pueblo y del obispo tenga un mismo querer,
de tal manera que al pastor
no le falte la obediencia de su grey,
y a la grey no le falte el cuidado del pastor.

R/.   Amén.

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre , Hijo , y Espíritu Santo.

R/.   Amén.

B. Si preside la liturgia eucarística el obispo ordenante principal, él mismo imparte esta bendición con las manos extendidas sobre el obispo recién ordenado.

QUE  el Señor te bendiga y te guarde,
y pues te hizo pontífice de su pueblo,
te conceda felicidad en este mundo
y te haga partícipe del gozo eterno.

R/.   Amén.

Que el Señor te conceda por muchos años
gobernar felizmente,
con su providencia y bajo su cuidado,
al clero y al pueblo
que, por su voluntad, ha querido reunir en torno a ti.

R/.   Amén.

Y, obedientes a los preceptos divinos,
libres de toda adversidad,
abundando en todos los bienes
y respetando fielmente tu ministerio,
gocen de paz en este mundo
y merezcan reunirse contigo
en la asamblea de los santos.

R/.   Amén.

Y bendice a todo el pueblo, añadiendo:

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre , Hijo , y Espíritu  Santo.

R/.   Amén.

B

En la ordenación de varios obispos

Antífona de entrada          Cf. Lc 4, 18
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres y curar a los contritos de corazón [T. P. Aleluya].

Se dice Gloria.

Oración colecta
OH, Dios,
que por pura generosidad de tu gracia,
te has dignado elevar hoy al ministerio del sumo sacerdocio
a estos presbíteros siervos tuyos,
concédeles ejercer dignamente el ministerio episcopal
y guiar con la palabra y el ejemplo, bajo ta amparo,
la grey que les has confiado.
Por nuestro Señor Jesucristo.

     O bien, especialmente si se ordenan obispos no residenciales:

OH, Dios, Pastor eterno,
que gobiernas a tu grey con protección constante,
y has querido incorporar hoy al colegio episcopal
a estos presbítero siervos tuyos,
concédeles ser auténticos testigos de Cristo en todas partes
con una vida santa.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Se dice Credo, si lo exigen las rúbricas; se omite la oración universal.

Oración sobre las ofrendas

A. Si preside la liturgia eucarística el obispo recién ordenado:
TE ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza
para que aumentes en nosotros el espíritu de servicio
y lleves a término lo que nos has entregado sin méritos propios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B. Si preside la liturgia eucarística el obispo ordenante principal:
SEÑOR, acepta complacido
la ofrenda que te presentamos por tu Iglesia
y por estos siervos tuyos recién ordenados obispos,
y dígnate enriquecer con virtudes apostólicas,
para bien de tu grey,
a quienes pusiste como pontífices
al frente de tu pueblo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede decir el prefacio I de las ordenaciones.

En las plegarias eucarísticas se hace mención del obispo recién ordenado.

I. Cuando se utiliza el Canon romano se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.

A. Si lo dice el obispo recién ordenado:

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
te la ofrecemos también por mí, indigno siervo tuyo,
y por estos siervos tuyos
a quien te has dignado promover al orden episcopal;
conserva en nosotros tus dones
para que fructifique lo que hemos recibido de tu bondad.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

B. Si lo dice otro obispo:

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
te la ofrecemos también por estos siervos tuyos
a quienes te has dignado promover al orden episcopal;
conserva en ellos tus dones
para que fructifique lo que han recibido de tu bondad.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

II. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística II la mención se intercala en la intercesión Acuérdate, Señor.

Acuérdate, Señor,
de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa N.,
[con mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N.,
o bien, si lo dice un obispo auxiliar: con nuestro obispo N.,]
conmigo, indigno siervo tuyo,
y con estos siervos tuyos N. y N.,
a quienes has constituido hoy pastores de la Iglesia,
y todos los pastores que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza de la resurrección...

III. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística III la mención se intercala en la intercesión Te pedimos, Padre, que esta Víctima.

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el papa N.,
[a mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N.,
o bien, si lo dice un obispo auxiliar: a nuestro obispo N.,]
a mí, indigno siervo tuyo,
y a estos siervos tuyos N. y N.,
que han sido ordenados hoy pastores de la Iglesia,
al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos,
y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas...

IV. Cuando no se utiliza el prefacio propio se puede emplear la Plegaria eucarística IV. La mención se intercala en la intercesión Y ahora, Señor, acuérdate.

Y ahora, Señor, acuérdate
de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio:
de tu servidor el papa N.,
[de mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N.,
o bien, si lo dice un obispo auxiliar: de nuestro obispo N.,]
y de mí, indigno siervo tuyo,
y de estos siervos tuyos N. y N.,
a quienes te has dignado elegir hoy para el servicio de tu pueblo,
del orden episcopal y de los presbíteros y diáconos;
acuérdate también de los oferentes y de los aquí reunidos,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan con sincero corazón.

Acuérdate también de los que murieron...

Antífona de la comunión           Cf. Jn 17, 17-18
Padre santo, santifícalos en la verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo, dice el Señor [T. P. Aleluya].

Oración después de la comunión

A. Si preside la liturgia eucarística uno de los obispos recién ordenados:
TE pedimos, Señor,
que realices plenamente en nosotros
el auxilio de tu misericordia,
y nos hagas ser compasivos de tal modo
que en todas nuestras obras podamos agradarte.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B. Si preside la liturgia eucarística el obispo ordenante principal:
SEÑOR, por la eficacia de este misterio
multiplica en estos obispos, tus siervos, los dones de tu gracia,
para que ejerza dignamente el ministerio pastoral
y consiga los premios eternos por su fidelidad en tu servicio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición solemne al final de la misa

A. Si preside la liturgia eucarística uno de los obispo recién ordenados, él mismo imparte esta bendición con las manos extendidas sobre el pueblo.

OH, Dios, que cuidas a tu pueblo con misericordia
y lo diriges con amor,
concede el Espíritu de la sabiduría
a quienes confiaste la misión del gobierno en tu Iglesia,
para que el progreso de los fieles santos
sea el gozo eterno de sus pastores.

R/.   Amén.

Tú que, con el poder de tu gloria
ordenas el número de nuestros días
y la duración de los tiempos,
dirige benévolo tu mirada sobre nuestro humilde ministerio
y concede a nuestro tiempo la abundancia de tu paz.

R/.   Amén.

Ayúdame también con los dones
que, por tu gracia, has puesto en mí,
y pues me has elevado al orden episcopal
concédeme agradarte con la perfección de las obras;
que el corazón del pueblo y del obispo tenga un mismo querer,
de tal manera que al pastor
no le falte la obediencia de su grey,
y a la grey no le falte el cuidado del pastor.

R/.   Amén.

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre , Hijo , y Espíritu  Santo.

R/.   Amén.

B. Si preside la liturgia eucarística el obispo ordenante principal, él mismo imparte esta bendición con las manos extendidas sobre el obispo recién ordenado.

QUE  el Señor os bendiga y os guarde,
y pues os hizo pontífices de su pueblo,
os conceda felicidad en este mundo
y os haga partícipe del gozo eterno.

R/.   Amén.

Que el Señor os conceda por muchos años
gobernar felizmente,
con su providencia y bajo su cuidado,
al clero y al pueblo
que ha querido reunir en torno a vosotros.

R/.   Amén.

Y, obedientes a los preceptos divinos,
libres de toda adversidad,
abundando en todos los bienes
y respetando fielmente vuestros ministerio,
gocen de paz en este mundo
y merezcan reunirse vosotros
en la asamblea de los santos.

R/.   Amén.

Y bendice a todo el pueblo, añadiendo:

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre , Hijo , y Espíritu  Santo.

R/.   Amén.


2. En la ordenación de los presbíteros

Esta misa ritual puede utilizares, con color blanco o festivo, excepto en las solemnidades, en los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, en los días dentro de la octava de Pascua y en las fiestas de los apóstoles. En estos días se celebra la misa del día.

A

En la ordenación de varios presbíteros

Antífona de entrada          Jer 4, 18
Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y experiencia [T. P. Aleluya].

Se dice Gloria.

Oración colecta
SEÑOR Dios nuestro,
que para regir a tu pueblo
has querido servirte del ministerio de los sacerdotes,
concede a estos diáconos de tu Iglesia
que han sido elegidos para el ministerio presbiteral
perseverar al servicio de tu voluntad
para que, en su ministerio y en su vida,
puedan buscar tu gloria en Cristo.
Él, que vive y reina contigo.

Se dice Credo, si lo exigen las rúbricas; se omite la oración universal.

Oración sobre las ofrendas
OH, Dios, tú has querido que tus sacerdotes
sean ministros del santo altar y del pueblo,
concede en tu bondad, por la eficacia de este sacrificio,
que el ministerio de tus siervos te sea siempre grato
y dé, en tu Iglesia, frutos que siempre permanezcan.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede decir el prefacio I de las ordenaciones.

En las plegarias eucarísticas se hace mención de los presbíteros recién ordenado.

I. Cuando se utiliza el Canon romano se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
te la ofrecemos también por estos siervos tuyos
a quien te has dignado promover al orden presbiteral;
conserva en ellos tus dones
para que fructifique lo que han recibido de tu bondad.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

II. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística II la mención se intercala en la intercesión Acuérdate, Señor.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa N., con nuestro obispo N.,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de estos siervos tuyos
que has constituido hoy presbíteros de la Iglesia,
y de todos los pastores que cuidan de tu pueblo.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza de la resurrección...

III. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística III la mención se intercala en la intercesión Te pedimos, Padre, que esta Víctima.

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el papa N.,
a nuestro obispo N.,
al orden episcopal,
a estos siervos tuyos que han sido ordenados hoy
presbíteros de la Iglesia,
a los demás presbíteros, a los diáconos,
y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas...

IV. Cuando no se utiliza el prefacio propio se puede emplear la Plegaria eucarística IV. La mención se intercala en la intercesión Y ahora, Señor, acuérdate.

Y ahora, Señor, acuérdate
de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio:
de tu servidor el papa N.,
de nuestro obispo N.,
del orden episcopal,
de estos siervos tuyos que te has dignado elegir hoy
para el ministerio presbiteral en favor de tu pueblo,
de los demás presbíteros y diáconos;
acuérdate también de los oferentes y de los aquí reunidos,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan con sincero corazón.

Acuérdate también de los que murieron...

Antífona de la comunión           Cf. Mc 16, 15; Mt 28, 20
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio; yo estoy con vosotros todos los días, dice el Señor [T. P. Aleluya].

Oración después de la comunión
TE pedimos, Señor,
que el sacrificio santo
que te hemos ofrecido y recibido en comunión
llene de vida a tus sacerdotes y a todos tus siervos,
para que, unidos a ti por un amor constante,
puedan servir dignamente a tu majestad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición solemne al final de la misa

El obispo, con las manos extendidas sobre los presbíteros recién ordenados y el pueblo, dice:

DIOS, que dirige y gobierna la Iglesia,
os proteja siempre con su gracia
para que cumpláis fielmente el ministerio presbiteral.

R/.   Amén.

Que él os haga servidores y testigos en el mundo,
de la verdad y del amor divino,
y ministros fieles de la reconciliación.

R/.   Amén.

Y que os haga pastores verdaderos
que distribuyan a los fieles la palabra de la vida y el pan vivo,
para que crezcan en la unidad del cuerpo de Cristo.

R/.   Amén.

Y bendice a todo el pueblo añadiendo:

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre , Hijo , y Espíritu  Santo.

R/.   Amén.

B

En la ordenación de un presbítero

Antífona de entrada          Jer 4, 18
Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y experiencia [T. P. Aleluya].

Se dice Gloria.

Oración colecta
SEÑOR Dios nuestro,
que para regir a tu pueblo
has querido servirte del ministerio de los sacerdotes,
concede a este diácono de tu Iglesia
que ha sido elegido para el ministerio presbiteral
perseverar al servicio de tu voluntad
para que, en su ministerio y en su vida,
pueda buscar tu gloria en Cristo.
Él, que vive y reina contigo.

Se dice Credo, si lo exigen las rúbricas; se omite la oración universal.

Oración sobre las ofrendas
OH, Dios, tú has querido que tus sacerdotes
sean ministros del santo altar y del pueblo,
concede en tu bondad, por la eficacia de este sacrificio,
que el ministerio de tus siervos te sea siempre grato
y dé, en tu Iglesia, frutos que siempre permanezcan.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede decir el prefacio I de las ordenaciones.

En las plegarias eucarísticas se hace mención de los presbíteros recién ordenado.

I. Cuando se utiliza el Canon romano se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
te la ofrecemos también por este siervo tuyo
a quien te has dignado promover al orden presbiteral;
conserva en él tus dones
para que fructifique lo que han recibido de tu bondad.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

II. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística II la mención se intercala en la intercesión Acuérdate, Señor.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa N., con nuestro obispo N.,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de este siervo tuyo
que has constituido hoy presbítero de la Iglesia,
y de todos los pastores que cuidan de tu pueblo.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza de la resurrección...

III. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística III la mención se intercala en la intercesión Te pedimos, Padre, que esta Víctima.

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el papa N., a nuestro obispo N.,
al orden episcopal,
a este siervo tuyo que ha sido ordenado hoy
presbítero de la Iglesia,
a los demás presbíteros, a los diáconos,
y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas...

IV. Cuando no se utiliza el prefacio propio se puede emplear la Plegaria eucarística IV. La mención se intercala en la intercesión Y ahora, Señor, acuérdate.

Y ahora, Señor, acuérdate
de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio:
de tu servidor el papa N.,
de nuestro obispo N.,
del orden episcopal,
de este siervo tuyo que te has dignado elegir hoy
para el ministerio presbiteral en favor de tu pueblo,
de los demás presbíteros y diáconos;
acuérdate también de los oferentes y de los aquí reunidos,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan con sincero corazón.

Acuérdate también de los que murieron...

Antífona de la comunión           Cf. Mc 16, 15; Mt 28, 20
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio; yo estoy con vosotros todos los días, dice el Señor [T. P. Aleluya].

Oración después de la comunión
TE pedimos, Señor,
que el sacrificio santo
que te hemos ofrecido y recibido en comunión
llene de vida a tus sacerdotes y a todos tus siervos,
para que, unidos a ti por un amor constante,
puedan servir dignamente a tu majestad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición solemne al final de la misa

El obispo, con las manos extendidas sobre el presbítero recié ordenado y el pueblo, dice:

DIOS, que dirige y gobierna la Iglesia,
te proteja siempre con su gracia
para que cumplas fielmente el ministerio presbiteral.

R/.   Amén.

Que él te haga servidor y testigo en el mundo
de la verdad y del amor divino,
y ministro fieles de la reconciliación.

R/.   Amén.

Y que te haga pastor verdadero
que distribuya a los fieles la palabra de la vida y el pan vivo,
para que crezcan en la unidad del cuerpo de Cristo.

R/.   Amén.

Y bendice a todo el pueblo añadiendo:

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre , Hijo , y Espíritu  Santo.

R/.   Amén.


3. En la ordenación de diáconos

Esta misa ritual puede utilizarse, con color blanco o festivo, excepto en las solemnidades, en los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, en los días dentro de la octava de Pascua y en las fiestas de los apóstoles. En estos días se celebra la misa del día.

A

En la ordenación de varios diáconos

Antífona de entrada          Cf. Jn 12, 26
El que quiera servirme, que me siga, dice el Señor; y donde está yo, allí también estará mi servidor  [T. P. Aleluya].

Se dice Gloria.

Oración colecta
OH, Dios, que enseñaste a los ministros de tu Iglesia
a servir a los hermanos y no a ser servidos
concede a estos siervos tuyos,
que te has dignado elegir hoy para el ministerio diaconal,
competencia en la acción,
perseverancia en la plegaria
y mansedumbre en el servicio.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Se dice Credo, si lo exigen las rúbricas; se omite la oración universal.

Oración sobre las ofrendas
DIOS, Padre santo,
cuyo Hijo quiso lavar los pies de los discípulos
para darnos ejemplo,
recibe los dones de nuestro servicio
y haz que, al ofrecernos como oblación espiritual,
nos llenemos de espíritu de humildad y de amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede decir el prefacio II de las ordenaciones.

En las plegarias eucarísticas se hace mención de los diáconos recién ordenados.

I. Cuando se utiliza el Canon romano se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
te la ofrecemos también por estos siervos tuyos
que te has dignado promover al orden diaconal;
conserva en ellos tus dones
para que fructifique lo que han recibido de tu bondad.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

II. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística II la mención se intercala en la intercesión Acuérdate, Señor.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa N., con nuestro obispo N.,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de estos siervos tuyos
que has constituido hoy ministros de la Iglesia,
y de todos los pastores que cuidan de tu pueblo.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza de la resurrección...

III. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística III la mención se intercala en la intercesión Te pedimos, Padre, que esta Víctima.

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el papa N., a nuestro obispo N.,
al orden episcopal,
a los presbíteros y diáconos,
a estos siervos tuyos que han sido ordenados hoy
ministros de la Iglesia,
y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas...

IV. Cuando no se utiliza el prefacio propio se puede emplear la Plegaria eucarística IV. La mención se intercala en la intercesión Y ahora, Señor, acuérdate.

Y ahora, Señor, acuérdate
de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio:
de tu servidor el papa N., de nuestro obispo N.,
del orden episcopal y de los presbíteros,
de estos siervos tuyos que te has dignado elegir hoy
para el ministerio diaconal a favor de tu pueblo,
de los demás diáconos;
acuérdate también de los oferentes y de los aquí reunidos,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan con sincero corazón.

Acuérdate también de los que murieron...

Antífona de la comunión           Mt 20, 28
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos [T. P. Aleluya].

Oración después de la comunión
CONCEDE, Señor, a tus siervos,
nutridos con el alimento y la bebida del cielo,
que, para gloria tuya u salvación de los creyentes,
sean siempre fieles ministros del Evangelio,
de los sacramentos y de la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición solemne al final de la misa

El obispo, con las manos extendidas sobre los diáconos recién ordenados y el pueblo, dice:

DIOS, que os ha llamado para el servicio de los hombres en su Iglesia,
os conceda una gran solicitud hacia todos,
especialmente hacia los pobres y afligidos.

R/.   Amén.

Él, que os ha confiado la misión de predicar el Evangelio de Cristo,
os ayude a vivir según su palabra,
para que seáis sus testigos sinceros y valientes.

R/.   Amén.

Y el que os hizo administradores de sus misterios
os conceda ser imitadores de su Hijo Jesucristo
y ministros de unidad y de paz en el mundo.

R/.   Amén.

Y bendice a todo el pueblo añadiendo:

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre , Hijo , y Espíritu  Santo.

R/.   Amén.

B

En la ordenación de un diácono

Antífona de entrada          Cf. Jn 12, 26
El que quiera servirme, que me siga, dice el Señor; y donde está yo, allí también estará mi servidor  [T. P. Aleluya].

Se dice Gloria.

Oración colecta
OH, Dios,
que enseñaste a los ministros de tu Iglesia
a servir a los hermanos y no a ser servidos
concede a este siervo tuyo,
que te has dignado elegir hoy para el ministerio diaconal,
competencia en la acción,
perseverancia en la plegaria
y mansedumbre en el servicio.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Se dice Credo, si lo exigen las rúbricas; se omite la oración universal.

Oración sobre las ofrendas
DIOS, Padre santo,
cuyo Hijo quiso lavar los pies de los discípulos
para darnos ejemplo,
recibe los dones de nuestro servicio
y haz que, al ofrecernos como oblación espiritual,
nos llenemos de espíritu de humildad y de amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede decir el prefacio II de las ordenaciones.

En las plegarias eucarísticas se hace mención de los diáconos recién ordenados.

I. Cuando se utiliza el Canon romano se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
te la ofrecemos también por este siervo tuyo
que te has dignado promover al orden diaconal;
conserva en él tus dones
para que fructifique lo que ha recibido de tu bondad.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

II. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística II la mención se intercala en la intercesión Acuérdate, Señor.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa N., con nuestro obispo N.,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de este siervo tuyo
que has constituido hoy ministro de la Iglesia,
y de todos los pastores que cuidan de tu pueblo.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza de la resurrección...

III. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística III la mención se intercala en la intercesión Te pedimos, Padre, que esta Víctima.

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el papa N.,
a nuestro obispo N.,
al orden episcopal,
a los presbíteros y diáconos,
a este siervo tuyo que ha sido ordenado hoy
ministro de la Iglesia,
y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas...

IV. Cuando no se utiliza el prefacio propio se puede emplear la Plegaria eucarística IV. La mención se intercala en la intercesión Y ahora, Señor, acuérdate.

Y ahora, Señor, acuérdate
de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio:
de tu servidor el papa N.,
de nuestro obispo N.,
del orden episcopal y de los presbíteros,
de este siervo tuyo que te has dignado elegir hoy
para el ministerio diaconal a favor de tu pueblo,
de los demás diáconos;
acuérdate también de los oferentes y de los aquí reunidos,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan con sincero corazón.

Acuérdate también de los que murieron...

Antífona de la comunión           Mt 20, 28
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos [T. P. Aleluya].

Oración después de la comunión
CONCEDE, Señor, a tus siervos,
nutridos con el alimento y la bebida del cielo,
que, para gloria tuya u salvación de los creyentes,
sean siempre fieles ministros del Evangelio,
de los sacramentos y de la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición solemne al final de la misa

El obispo, con las manos extendidas sobre los diáconos recién ordenados y el pueblo, dice:

DIOS, que te ha llamado para el servicio de los hombres en su Iglesia,
te conceda una gran solicitud hacia todos,
especialmente hacia los pobres y afligidos.

R/.   Amén.

Él, que te ha confiado
la misión de predicar el Evangelio de Cristo,
te ayude a vivir según su palabra,
para que seas su testigo sincero y valiente.

R/.   Amén.

Y el que te hizo administrador de sus misterios
te conceda ser imitador de su Hijo Jesucristo
y ministro de unidad y de paz en el mundo.

R/.   Amén.

Y bendice a todo el pueblo añadiendo:

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre , Hijo , y Espíritu  Santo.

R/.   Amén.


4. En la ordenación de diáconos y presbíteros
en una misma acción litúrgica

En la ordenación de diáconos y presbíteros en una misma acción litúrgica se puede usar esta misa ritual con color blanco o festivo, excepto en las solemnidades, en los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, en los días dentro de la octava de Pascua y en las fiestas de los apóstoles. En estos días se celebra la misa del día.

Antífona de entrada          Cf. Jn 12, 26
El que quiera servirme, que me siga, dice el Señor; y donde está yo, allí también estará mi servidor  [T. P. Aleluya].

Se dice Gloria.

Oración colecta
OH, Dios,
que quisiste dar pastores a tu pueblo,
derrama sobre tu Iglesia
el espíritu de piedad y fortaleza,
que convierta a estos siervos tuyos
en dignos ministros de tu altar
y los haga testigos valientes y humildes de tu Evangelio.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Se dice Credo, si lo exigen las rúbricas; se omite la oración universal.

Oración sobre las ofrendas
DIOS, Padre santo,
cuyo Hijo quiso lavar los pies de los discípulos
para darnos ejemplo,
recibe los dones de nuestro servicio
y haz que, al ofrecernos como oblación espiritual,
nos llenemos de espíritu de humildad y de amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede decir el prefacio II de las ordenaciones.

En las plegarias eucarísticas se hace mención de los diáconos recién ordenados.

I. Cuando se utiliza el Canon romano se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.

Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa;
te la ofrecemos también por estos siervos tuyos
que te has dignado promover a los órdenes
del diaconado y del presbiterado;
conserva en ellos tus dones
para que fructifique lo que han recibido de tu bondad.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén.]

II. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística II la mención se intercala en la intercesión Acuérdate, Señor.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa N., con nuestro obispo N.,
llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de estos siervos tuyos
que has constituido hoy diáconos o presbíteros de la Iglesia,
y de todos los pastores que cuidan de tu pueblo.

Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza de la resurrección...

III. Cuando se utiliza la Plegaria eucarística III la mención se intercala en la intercesión Te pedimos, Padre, que esta Víctima.

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación
traiga la paz y la salvación al mundo entero.
Confirma en la fe y en la caridad
a tu Iglesia, peregrina en la tierra:
a tu servidor, el papa N.,
a nuestro obispo N.,
al orden episcopal,
a los presbíteros y diáconos,
a estos siervos tuyos que han sido ordenados hoy
diáconos o presbíteros de la Iglesia,
y a todo el pueblo redimido por ti.

Atiende los deseos y súplicas...

IV. Cuando no se utiliza el prefacio propio se puede emplear la Plegaria eucarística IV. La mención se intercala en la intercesión Y ahora, Señor, acuérdate.

Y ahora, Señor, acuérdate
de todos aquellos por quienes te ofrecemos este sacrificio:
de tu servidor el papa N.,
de nuestro obispo N.,
De estos siervos tuyos que te has dignado elegir hoy
para el ministerio diaconal o presbiteral
a favor de tu pueblo,
de los demás presbíteros y diáconos;
acuérdate también de los oferentes y de los aquí reunidos,
de todo tu pueblo santo
y de aquellos que te buscan con sincero corazón.

Acuérdate también de los que murieron...

Antífona de la comunión           Mt 20, 28
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos [T. P. Aleluya].

Oración después de la comunión
CONCEDE, Señor, a tus siervos,
nutridos con el alimento y la bebida del cielo,
que, para gloria tuya u salvación de los creyentes,
sean siempre fieles ministros del Evangelio,
de los sacramentos y de la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición solemne al final de la misa

El obispo, con las manos extendidas sobre los diáconos recién ordenados y el pueblo, dice:

DIOS que dirige y gobierna la Iglesia
os proteja siempre con su gracia
para que cumpláis fielmente vuestro ministerio.

R/.   Amén.

Él, que confió a los diáconos
el ministerio de predicar el Evangelio,
el de servir al altar y a los hombres,
os haga en el mundo sus testigos valientes y ministros de la caridad.

R/.   Amén.

Y a vosotros, presbíteros, os haga verdaderos pastores
que distribuyan el pan vivo y la palabra de la vida,
para que los fieles crezcan en la unidad del cuerpo de Cristo.

R/.   Amén.

Y bendice a todo el pueblo añadiendo:

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso,
Padre , Hijo , y Espíritu  Santo.

R/.   Amén.


© Conferencia Episcopal Española

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