Misal Romano (tercera edición) - Oraciones sobre el pueblo

ORDINARIO DE LA MISA

Oraciones sobre el pueblo

Las siguientes oraciones pueden utilizarse, a juicio del sacerdote, al final de la celebración de la misa, o de una celebración de la palabra, o de la liturgia de las horas, o de los sacramentos.

El diácono o, en su defecto, el mismo sacerdote dice esta invitación:

Inclinaos para recibir la bendición.

Luego, el sacerdote, con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la oración. Todos responden:

Amén.

Después de la oración el sacerdote continua:

Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.

Todos responden:

Amén.

1.   MUÉSTRATE propicio con tu pueblo, Señor,
      y no prives de los consuelos temporales
      a los que han de luchas por alcanzar los eternos.
      Por Jesucristo, nuestro Señor.

2.    CONCEDE, Señor, al pueblo cristiano
       madurar su conocimiento de la fe que profesa
       y amar la eucaristía que celebra.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

3.    SEÑOR, que tu pueblo reciba los frutos
       de tu generosa bendición
       para que, libre de todo pecado,
       logre alcanzar los bienes que desea.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

4.    HAZ que tu pueblo, Señor,
       se vuelva hacia ti de todo corazón;
       pues tú, que le sigues defendiendo aun cuando peca,
       le proteges con más amor cuando te sirve fielmente.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

5.    ILUMINA, Señor, a tu familia
       para que, cumpliendo tu santa voluntad,
       pueda practicar siempre el bien.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

6.    TE pedimos, Señor, que en tu benevolencia
       concedas a tus fieles el perdón y la paz,
       para que, libres de sus ofensas,
       te sirvan con firmeza de corazón.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

7.    MUÉSTRATE propicio, Señor,
       con el pueblo que te sirve;
       ayúdale a crecer y propagarse
       y a cumplir con finalidad tus mandamientos.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

8.    FAVORECE, Señor, a tu pueblo
       para que, libre de todo mal,
       se entregue a tu servicio de todo corazón
       y se mantenga siempre bajo tu amparo paterno.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

9.    QUE tu pueblo, Señor,
       pueda alegrarse siempre
       de celebrar los misterios de su redención
       y de recibir continuamente sus frutos.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

10.  CONCEDE, Señor Dios, a tus fieles
       encontrar seguridad y riqueza
       en la abundancia de tus misericordias
       y haz que, protegidos por tu bendición,
       se mantengan en continua acción de gracias
       y te bendigan rebosantes de alegría.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

11.  TE pedimos, Señor, que guardes a tu familia
       con bondad incesante,
       para que se encuentre libre de toda adversidad bajo tu protección
       y viva entregada a ti con sus buenas obras.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

12.  PURIFICA en cuerpo y alma a tus fieles, Señor,
       para que, llevados al arrepentimiento
       por inspiración tuya,
       sepan evitar los placeres nocivos
       y encuentren en ti su gozo y su consuelo.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

13.  CONCEDE, Señor, que tus fieles,
       por la fuerza de tu bendición,
       se dispongan interiormente al bien,
       para que realicen todas sus obras
       fortalecidos y movidos por tu amor.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

14.  SEÑOR, los corazones sumisos de tus fieles
       imploran tu ayuda,
       y ya que sin ti no pueden llevar a cabo nada de lo que es justo,
       que por el don de tu misericordia
       conozcan lo que es recto y valoren cuanto les será provechoso.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

15.  TE pedimos, Señor,
       que vengas en ayuda del pueblo fiel,
       y en tu bondad sostengas la humana fragilidad,
       para que, entregada a ti con sincero corazón,
       goce de los auxilios de la vida presente y de la futura.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

16.  MIRA con bondad, Señor, a tu familia
       y concédele la misericordia continua que te suplica,
       y pues sin ella no puede hacer nada digno de ti,
       merezca realizar con ella tus preceptos salvadores.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

17.  MULTIPLICA, Señor, sobre tus fieles la gracia del cielo,
       y así quienes te alaban con los labios
       te alaben también con el corazón y con la vida,
       y ya que cuanto somos es don tuyo,
       sea también todo cuanto vivamos.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

18.  TE pedimos, Señor, que instruyas a tu pueblo
       con las enseñanzas del cielo,
       para que evitando todo lo malo
       y siguiendo todo lo bueno,
       no merezca tu indignación, sino tu incesante misericordia.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

19.  HAZTE presente, Señor, a nuestras súplicas
       y defiende en tu bondad
       a cuantos ponen su esperanza en tu misericordia,
       para que permaneciendo fieles en una vida santa,
       y teniendo lo necesario para la vida temporal,
       lleguen a ser herederos de tu promesa para siempre.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

20.  CONCEDE, Señor, tu amor
       al pueblo que te suplica,
       para que obtenga la salvación, por tu gracia continua,
       quien por ti fue creado y por ti fue redimido.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

21.  PROGRESE, Señor, el pueblo fiel
       con tu inspiración amorosa,
       y movido por una saludable compunción,
       cumpla de buen grado lo que mandas
       y logre lo que prometes.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

22.  TE pedimos, Señor,
       que la fragilidad del pueblo a ti consagrado
       mueva tu corazón de padre,
       y la súplica confiada obtenga tu misericordia;
       así, lo que por méritos no se arroga,
       lo obtenga por la generosidad de tu perdón.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

23.  TE pedimos, Señor,
       que extiendas tu brazo poderoso en defensa de tus hijos,
       y así, obedientes a tu voluntad de padre,
       se sientan seguros bajo la protección de tu amor eterno. 
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

24.  ATIENDE, Señor, a las preces de tu familia
       y concede tu ayuda a quien la implora humildemente,
       para que fortalecido con los auxilios oportunos
       persevere en la confesión de tu nombre.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

25.  TE pedimos, Señor, que guardes a tu familia,
       concédele en tu bondad la abundancia de tu misericordia,
       para que se multiplique con las enseñanzas
       y los dones del cielo.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

26.  TE pedimos, Señor, que tu pueblo fiel se alegre
       sostenido por tu poder,
       para que progresando en la vida cristiana
       goce de los bienes presentes y futuros.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

En las fiestas de los santos

27.  SEÑOR, que se alegre el pueblo cristiano
       porque glorificas a los miembros insignes de tu Hijo;
       y, pues devotamente celebra la memora de los santos,
       concédele participar de su suerte
       y gozar un día con ellos de tu gloria eterna.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.

28.  VUELVE, Señor, hacia ti
       el corazón de tu pueblo;
       y tú que le concedes tan grandes intercesores
       no dejes de orientarle
       con tu continua protección.
       Por Jesucristo, nuestro Señor.


© Conferencia Episcopal Española

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