Misal Romano (tercera edición) - Prefacio I de difuntos

ORDINARIO DE LA MISA

PREFACIO I DE DIFUNTOS

LA ESPERANZA DE LA RESURRECCIÓN EN CRISTO

99. Este prefacio se dice en las misas de difuntos.

Texto musicalizado en Apéndice I.

V/.   El Señor esté con vosotros. R/.

V/.   Levantemos el corazón. R/.

V/.   Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/.

EN verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

En él brilla la esperanza
de nuestra feliz resurrección;
y así, aunque la certeza de morir nos entristece,
nos consuela la promesa
de la futura inmortalidad.
Porque la vida de tus fieles, Señor,
no termina, se transforma,
y, al deshacerse nuestra morada terrenal,
adquirimos una mansión eterna en el cielo.

Por eso,
con los ángeles y arcángeles,
tronos y dominaciones,
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

En las plegaria eucrísticas se hace mención de los difuntos.

I. Cuando se utiliza el Canon romano, se dice Acepta, Señor, en tu bondad propio.

II. Cunado se utiliza la plegaria eucarística II, se puede decir Recuerda a tu hijo.

III. Cuando se utiliza la plegaria eucarística III, se puede decir Recuerda a tu hijo.


© Conferencia Episcopal Española

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