PREFACIO VII DOMINICAL DEL TIEMPO ORDINARIO
LA SALVACIÓN, FRUTO DE LA OBEDIENCIA DE CRISTO
62. Este prefacio se dice en los domingo del tiempo ordinario
Texto musicalizado en Apéndice I.
V/. El Señor esté con vosotros. R/.
V/. Levantemos el corazón. R/.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/.
EN verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tu amor al mundo
fue tan misericordioso
que nos enviaste como redentor
a tu propio Hijo,
y en todo lo quisiste semejante a nosotros,
menos en el pecado,
para poder así amar en nosotros
lo que amabas en él.
Con su obediencia has restaurado aquellos dones
que por nuestra desobediencia habíamos perdido.
Por eso, Señor,
nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tu amor al mundo
fue tan misericordioso
que nos enviaste como redentor
a tu propio Hijo,
y en todo lo quisiste semejante a nosotros,
menos en el pecado,
para poder así amar en nosotros
lo que amabas en él.
Con su obediencia has restaurado aquellos dones
que por nuestra desobediencia habíamos perdido.
Por eso, Señor,
nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Los domingos en las plegarias eucarísticas I, II y III se puede hacer el recuerdo dominical propio.
Los domingos en las plegarias eucarísticas I, II y III se puede hacer el recuerdo dominical propio.
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