14 de septiembre
EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ
Fiesta
Antífona de entrada Cf. Gál 6, 14
Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección, por él somos salvados y liberados.
Se dice Gloria.
Se dice Gloria.
Oración colecta
OH, Dios,
que para salvar al género humano
has querido que tu Unigénito soportara la cruz,
concede, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio,
alcanzar en el cielo los premios de su redención.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Cuando esta fiesta coincide en domingo se dice Credo.
OH, Dios,
que para salvar al género humano
has querido que tu Unigénito soportara la cruz,
concede, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio,
alcanzar en el cielo los premios de su redención.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Cuando esta fiesta coincide en domingo se dice Credo.
Oración sobre las ofrendas
SEÑOR, que nos limpie de toda culpa esta oblación,
la misma que en el ara de la cruz
quitó el pecado del mundo entero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
la misma que en el ara de la cruz
quitó el pecado del mundo entero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
Texto musicalizado en Apéndice I.
LA VICTORIA DE LA CRUZ GLORIOSA
Texto musicalizado en Apéndice I.
V/. El Señor esté con vosotros. R/.
V/. Levantemos el corazón. R/.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/.
EN verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque has puesto la salvación del género humano
en el árbol de la cruz,
para que donde tuvo origen la muerte,
de allí resurgiera la vida,
y el que venció en un árbol
fuera en un árbol vencido,
por Cristo, Señor nuestro.
Por él,
los ángeles alaban tu gloria,
te adoran las dominaciones y tiemblan las potestades,
los cielos, sus virtudes y los santos serafines
te celebran unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque has puesto la salvación del género humano
en el árbol de la cruz,
para que donde tuvo origen la muerte,
de allí resurgiera la vida,
y el que venció en un árbol
fuera en un árbol vencido,
por Cristo, Señor nuestro.
Por él,
los ángeles alaban tu gloria,
te adoran las dominaciones y tiemblan las potestades,
los cielos, sus virtudes y los santos serafines
te celebran unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que vienen en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Puede decirse también el prefacio I de la Pasión del Señor.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que vienen en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Puede decirse también el prefacio I de la Pasión del Señor.
Antífona de comunión Cf. Jn 12, 32
Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
Oración después de la comunión
ALIMENTADOS en tu sagrado banquete,
te pedimos, Señor Jesucristo,
que lleves a la gloria de la resurrección
a los que has redimido
mediante el leño de la cruz vivificadora.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
te pedimos, Señor Jesucristo,
que lleves a la gloria de la resurrección
a los que has redimido
mediante el leño de la cruz vivificadora.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
© Conferencia Episcopal Española
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