9 de agosto
SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ, VIRGEN Y MÁRTIR
PATRONA DE EUROPA
PATRONA DE EUROPA
Fiesta
Antífona de entrada Gál 6, 14
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo.
Se dice Gloria.
Se dice Gloria.
Oración colecta
DIOS de nuestros padres,
que guiaste a la mártir santa Teresa Benedicta
en el conocimiento de tu Hijo crucificado,
imitándole incluso en la muerte,
concédenos por su intercesión
que todos los hombres reconozcan a Cristo Salvador
y, por medio de él, puedan contemplarte para siempre.
Por nuestro Señor Jesucristo.
DIOS de nuestros padres,
que guiaste a la mártir santa Teresa Benedicta
en el conocimiento de tu Hijo crucificado,
imitándole incluso en la muerte,
concédenos por su intercesión
que todos los hombres reconozcan a Cristo Salvador
y, por medio de él, puedan contemplarte para siempre.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración sobre las ofrendas
ACEPTA, Señor, con bondad estos dones que te ofrecemos
en la fiesta de tu mártir santa Teresa Benedicta
y, ya que has llevado a la perfección del sacrificio único
los diferentes sacrificios de la Antigua Alianza,
actualiza el que tu Hijo te ofreció con su sangre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
en la fiesta de tu mártir santa Teresa Benedicta
y, ya que has llevado a la perfección del sacrificio único
los diferentes sacrificios de la Antigua Alianza,
actualiza el que tu Hijo te ofreció con su sangre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Cf. Sal 22, 4
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo.
Oración después de la comunión
CONCEDE, Padre misericordioso,
que los frutos celestiales del árbol de la Cruz
fortalezcan el corazón de quienes
veneramos la memoria de santa Teresa Benedicta,
para que, unidos fielmente a Cristo en la tierra,
merezcamos comer del árbol de la vida en el paraíso.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
que los frutos celestiales del árbol de la Cruz
fortalezcan el corazón de quienes
veneramos la memoria de santa Teresa Benedicta,
para que, unidos fielmente a Cristo en la tierra,
merezcamos comer del árbol de la vida en el paraíso.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
© Conferencia Episcopal Española
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