24 de junio
NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA
Solemnidad
Misa del día
Antífona de entrada Jn 1, 6-7; Lc 1, 17
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Se dice Gloria.
Se dice Gloria.
Oración colecta
OH, Dios,
que suscitaste a san Juan Bautista
para que preparase a Cristo el Señor
una muchedumbre bien dispuesta,
concede a tu pueblo el don de la alegría espiritual
y dirige los corazones de todos los fieles
por el camino de la salvación y de la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
que suscitaste a san Juan Bautista
para que preparase a Cristo el Señor
una muchedumbre bien dispuesta,
concede a tu pueblo el don de la alegría espiritual
y dirige los corazones de todos los fieles
por el camino de la salvación y de la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
Oración sobre las ofrendas
COLMAMOS de dones tu altar, Señor,
para celebrar con el honor debido
la natividad de quien proclamó
que el Salvador del mundo ya estaba próximo
y lo mostró presente entre los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
para celebrar con el honor debido
la natividad de quien proclamó
que el Salvador del mundo ya estaba próximo
y lo mostró presente entre los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
LA MISIÓN DEL PRECURSOR
Texto musicalizado en Apéndice I.
V/. El Señor esté con vosotros. R/.
V/. Levantemos el corazón. R/.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/.
EN verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
En san Juan, su precursor,
a quien consagraste como el mayor
entre los nacidos de mujer,
proclamamos tu grandeza.
Porque su nacimiento fue motivo de gran alegría,
y ya antes de nacer saltó de gozo
por la llegada de la salvación humana,
solo él, entre todos los profetas,
mostró al Cordero de la redención.
Él, bautizó al mismo autor del bautismo,
para santificar el agua viva,
y mereció darle el supremo testimonio
derramando su sangre.
Por eso,
con las virtudes del cielo
te aclamamos continuamente en la tierra
alabando tu gloria sin cesar:
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
En san Juan, su precursor,
a quien consagraste como el mayor
entre los nacidos de mujer,
proclamamos tu grandeza.
Porque su nacimiento fue motivo de gran alegría,
y ya antes de nacer saltó de gozo
por la llegada de la salvación humana,
solo él, entre todos los profetas,
mostró al Cordero de la redención.
Él, bautizó al mismo autor del bautismo,
para santificar el agua viva,
y mereció darle el supremo testimonio
derramando su sangre.
Por eso,
con las virtudes del cielo
te aclamamos continuamente en la tierra
alabando tu gloria sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo...
Antífona de comunión Lc 1, 78
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el Sol que nace de lo alto.
Oración después de la comunión
ALIMENTADOS con el convite del Cordero celestial,
te pedimos, Señor, que tu Iglesia,
llena de gozo por el nacimiento de san Juan Bautista,
reconozca al autor de su nueva vida
en aquel cuya venida inminente anunció.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
te pedimos, Señor, que tu Iglesia,
llena de gozo por el nacimiento de san Juan Bautista,
reconozca al autor de su nueva vida
en aquel cuya venida inminente anunció.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
© Conferencia Episcopal Española
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