PREFACIO III DOMINICAL DEL TIEMPO ORDINARIO
EL HOMBRE SALVADO POR UN HOMBRE
58. Este prefacio se dice en los domingo del tiempo ordinario
Texto musicalizado en Apéndice I.
V/. El Señor esté con vosotros. R/.
V/. Levantemos el corazón. R/.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/.
EN verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque reconocemos como obra de tu poder admirable
no solo socorrer a los mortales con tu divinidad,
sino haber previsto el remedio
en nuestra misma condición humana,
y de los que era nuestra ruina
haber hecho nuestra salvación,
por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles,
tronos y dominaciones,
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque reconocemos como obra de tu poder admirable
no solo socorrer a los mortales con tu divinidad,
sino haber previsto el remedio
en nuestra misma condición humana,
y de los que era nuestra ruina
haber hecho nuestra salvación,
por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles,
tronos y dominaciones,
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Los domingos en las plegarias eucarísticas I, II y III se puede hacer el recuerdo dominical propio.
Los domingos en las plegarias eucarísticas I, II y III se puede hacer el recuerdo dominical propio.
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