Misal Romano (tercera edición) - Común de la bienaventurada Virgen María

MISAS COMUNES

COMÚN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA


Estas misas se utilizan también para la celebración de la memoria de santa María en sábado, y para las misas votivas de santa María Virgen. En cualquiera de las oraciones, cunado aparece el término «conmemoración», si parece oportuno, puede emplearse también «memoria».


I. Tiempo ordinario

Estos formularios pueden emplearse, según las normas, también en el tiempo de Cuaresma, donde tiene lugar una celebración de santa María Virgen, debidamente inscrita en el calendario propio.

1

Antífona de entrada
Salve, Madre Santa, Virgen, Madre del Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.

Oración colecta
TE pedimos, Señor,
que nosotros tus siervos
gocemos siempre de salud de alma y cuerpo
y, por la gloriosa intercesión de santa María, siempre Virgen,
líbranos de las tristezas de este mundo
y concédenos las alegrías del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
RECIBE, Señor, la oraciones de tu pueblo
junto con la ofrenda de este sacrificio,
para que, por la intercesión de santa María, Madre de tu Hijo,
no quede frustrado ningún buen deseo
ni petición ninguna sin respuesta.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

   O bien:

QUE la humanidad de tu Unigénito
sea nuestro socorro, Señor,
y el que al nacer de la Virgen
no la dignidad de su Madre,
sino que la santificó,
nos libre del peso de nuestros pecados
y vuelva nuestra ofrenda aceptable para ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María (en las misas votivas: en la veneración) o II-V.

Antífona de comunión          Cf. Lc 11, 27
Bienaventurado el vientre de María, la Virgen, que llevó al Hijo del eterno Padre.

Oración después de la comunión
AL recibir estos sacramentos del cielo,
imploramos de tu misericordia, Señor,
que cuantos nos alegramos
en la memoria de la bienaventurada Virgen María,
consigamos colaborar, a imitación suya,
en el misterio de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

2

Antífona de entrada
Bienaventurada eres, Virgen María, que llevaste en tu seno al autor del universo, engendraste al que te creó y permaneces Virgen para siempre.

Oración colecta
DIOS de misericordia,
concédenos, a cuantos recordamos a la santa Madre de Dios,
fortaleza en nuestra debilidad,
para que, con el auxilio de su intercesión,
nos levantemos de nuestros pecados.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
AL venerar la memoria de la Madre de tu Hijo,
te rogamos, Señor, que la ofrenda de este sacrificio
nos transforme, por la abundancia de tu gracia,
en oblación permanente.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María (en las misas votivas: en la veneración) o II-V.

Antífona de comunión          Lc 1, 49
El Poderoso ha hecho obras grandes en mí: su nombre es santo.

Oración después de la comunión
COMO partícipes de la redención eterna,
quienes hacemos memoria de la Madre de tu Hijo
te pedimos, Señor,
que nos gloriemos en la plenitud de tu gracia
y sintamos el aumento continuo de la salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

3

Antífona de entrada          Cf. Jdt 13, 18-19
El Señor Dios altísimo te ha bendecido, Virgen María, entre todas las mujeres de la tierra, porque ha sido glorificado tu nombre de tal modo que tu alabanza está siempre en la boca de todos.

Oración colecta
CONCÉDENOS, Señor,
a cuantos honramos la gloriosa memoria
de la santísima Virgen María,
por su intercesión, participar como ella
de la plenitud de tu gracia.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
GOZOSOS al venerar la memoria
de la Madre de tu Hijo,
te ofrecemos, Señor, el sacrificio de alabanza,
y te pedimos, por este sagrado intercambio,
que se acrecienten en nosotros los frutos
de la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María (en las misas votivas: en la veneración) o II-V.

Antífona de comunión          Cf. Lc 1, 48
Me felicitarán todas las generaciones, porque Dios ha mirado la humildad de su esclava.

Oración después de la comunión
FORTALECIDOS, Señor, con el alimento del cielo,
te pedimos humildemente
reconocer de palabra
y seguir con nuestras obras a tu Hijo,
nacido de la Virgen fecunda,
al que hemos recibido en este sacramento.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

4

Antífona de entrada          Cf. Sal 44, 13. 15. 16
Los pueblos más ricos buscan tu favor: la llevan ante el rey con séquito de vírgenes, las traen entre alegría y algazara.

Oración colecta
PERDONA, Señor, los pecados de tus siervos
y, ya que no podemos complacerte con nuestras obras,
concédenos la salvación
por intercesión de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor.
Él, que vive y reina contigo.

Oración sobre las ofrendas
ACEPTA, Señor, los dones que te ofrecemos
y concédenos que nuestros corazones,
estimulados por la luz del Espíritu Santo,
a ejemplo de la bienaventurada Virgen María,
puedan escrutar y guardar siempre tu palabra.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María (en las misas votivas: en la veneración) o II-V.

Antífona de comunión          Cf. Lc 11, 27
Alabad al Señor, nuestro Dios, porque en María, esclava suya, manifestó su misericordia, como lo había prometido a la casa de Israel.

Oración después de la comunión
DESPUÉS de recibir, Señor,
los sacramentos de la fe y de la salvación,
te pedimos humildemente
que, al celebrar con devoción
la memoria de santa María Virgen,
merezcamos participar con ella del amor del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

5

Antífona de entrada          Cf. Lc 1, 28. 42
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre.

Oración colecta
OH, Dios,
que has elegido como Madre del Salvador
a la bienaventurada Virgen María,
excelsa entre los humildes y los pobres,
concédenos que, siguiendo su ejemplo,
te ofrezcamos el obsequio de una fe sincera
y pongamos en ti la esperanza de la plena salvación.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
ACEPTA, Señor, la ofrenda de nuestra devoción
para que el ejemplo de la santísima Virgen María
confirme en el amor a ti y al prójimo
a quienes celebramos el inmenso amor de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María (en las misas votivas: en la veneración) o II-V.

Antífona de comunión          Cf. Sal 86, 3; Lc 1, 49
Qué pregón tan glorioso para ti, Virgen María, porque el Poderoso ha hecho obras grande en ti.

Oración después de la comunión
CONCEDE, Señor, a tu Iglesia
que, fortalecida por la gracia de este sacramento,
siga con entusiasmo las sendas del Evangelio,
hasta alcanzar la feliz visión de paz
de la que ya goza, eternamente gloriosa,
tu humilde sierva, la Virgen María.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

6

Antífona de entrada
Ha florecido el tronco de Jesé: la Virgen concibió al Dios y hombre, Dios restituyó la paz, reconciliando en sí el cielo y la tierra.

Oración colecta
TE rogamos, Señor,
que venga en nuestra ayuda
la intercesión poderosa de santa María, siempre Virgen,
para que, libres de todo peligro,
podamos gozar de tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
TE ofrecemos, Señor,
los dones de reconciliación y alabanza
y te pedimos humildemente que,
siguiendo el ejemplo de la bienaventurada Virgen María,
nos presentemos como ofrenda santa, agradable a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María (en las misas votivas: en la veneración) o II-V.

Antífona de comunión          Sal 44, 3
En tus labios se derrama la gracia: el Señor te bendice eternamente.

Oración después de la comunión
ROBUSTECIDOS con el alimento celestial,
haz, Señor, que te sirvamos con una vida santa,
a ejemplo de santa María, la Virgen,
y que con ella proclamemos tu grandeza con sinceras alabanzas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

7

Antífona de entrada          Cf. Lc 1, 47-48
María dijo: «Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava».

Oración colecta
OH, Dios,
que te has dignado elegir
para morada de tu Verbo
el seno virginal de santa María,
concédenos, defendidos por su protección,
participar en su memoria llenos de alegría
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
ACEPTA, Señor,
los dones de tu pueblo,
ofrecidos en la conmemoración de santa María,
que te agradó por su virginidad
y en su humildad concibió a tu Hijo, nuestro Señor.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María (en las misas votivas: en la veneración) o II-V.

Antífona de comunión          Lc 1, 19
María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

Oración después de la comunión
DESPUÉS de participar del alimento espiritual,
te pedimos, Señor Dios nuestro,
que, imitando fielmente a la bienaventurada Virgen María,
nos dediquemos siempre al bien de la Iglesia
y experimentemos el gozo de servirte.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

8

Antífona de entrada
Dichosa eres, santa Virgen María, y digna de toda alabanza: porque de ti nació el sol de justicia, Cristo nuestro Dios, por quien fuimos salvados y redimidos.

Oración colecta
DIOS todopoderoso,
concede a tus fieles,
alegres bajo la protección de la santísima Virgen María,
verse libres, por su intercesión,
de los males de este mundo
y alcanzar los gozos eternos del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
ACOGE, Señor, las súplicas y ofrendas de los fieles,
que te presentamos
en la memoria de santa María, Madre de Dios,
para que te sean agradables
y nos obtengan el auxilio de tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María (en las misas votivas: en la veneración) o II-V.

Antífona de comunión          Cf. Lc 1, 48
El Señor ha mirado la humildad de su esclava, desde ahora me felicitarán todas las generaciones.

Oración después de la comunión
ALIMENTADOS con los sacramentos de la salvación
te pedimos con humildad, Señor,
que, al celebrar piadosamente
la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios,
merezcamos gozar siempre
del fruto de tu redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

II. Tiempo de Adviento

Antífona de entrada          Cf. Is 45, 8
Cielos, destilad desde lo alto, nubes derramad al Justo; que se abra la tierra y brote al Salvador

     O bien:          Cf. Lc 1, 30-32
El ángel dijo a María: «Has encontrado gracia ante Dios. Concebirás y darás a luz un hijo, y le llamarás Hijo del Altísimo».

Oración colecta
OH, Dios,
que, por el anuncio del ángel,
has querido que tu Verbo
se encarnara en el seno de la Virgen santa María,
concede a quienes la proclamamos verdadera Madre de Dios
ser ayudados por su intercesión delante de ti.
Por nuestro Señor Jesucristo.

     O bien:

OH, Dios,
que, cumpliendo lo prometido a nuestros padres,
elegiste a la bienaventurada Virgen María
para ser la Madre del Salvador,
concédenos seguir el ejemplo
de quien te agradó con su humildad
y nos benefició con su obediencia.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
ACEPTA, Señor, estos dones
y transfórmalos con tu poder en sacramento de salvación,
en el que, al cesar los sacrificios simbólicos que hacían nuestros padres,
se ofreció el verdadero Cordero,
nacido maravillosamente de la Virgen intacta,
Jesucristo, tu Hijo.
El, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María o II-V. Se puede decir también el prefacio II o IV de Adviento.

Antífona de comunión          Is 7, 14
Mirad: la Virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel.

Oración después de la comunión
SEÑOR, Dios nuestro,
que el sacramento recibido
manifiesta siempre en nosotros tu misericordia,
para que alcancemos la salvación,
por la encarnación de tu Hijo,
los que hemos celebrado fielmente
la memoria de su Madre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

III. Tiempo de Navidad

Antífona de entrada
La Madre engendró al Rey que tiene un nombre eterno; al gozo de la maternidad se une el honor de la virginidad. Nadie ha sido semejante a ella, ni antes ni después.

     O bien:

Virgen Madre de Dios, el que no cabe en el universo, al hacerse hombre, se encerró en tu seno.

Oración colecta
OH, Dios,
que por la maternidad virginal de santa María
entregaste a los hombres los bienes de la salvación eterna,
concédenos experimentar la intercesión de aquella
por quien hemos merecido recibir al autor de la vida,
tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Él, que vive y reina contigo.

     O bien:

OH, Dios,
tú quisiste que naciera del seno de una Virgen
el Verbo engendrado por ti desde la eternidad;
concédenos, por intercesión de santa María,
que ilumine nuestras tinieblas
con el resplandor de su presencia
y que, de su plenitud, recibamos la alegría y la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
AL celebrar, Señor, los días santos consagrados
por el nacimiento de tu Unigénito en el tiempo
y por el parto de la Virgen María,
te pedimos que esta ofrenda
nos santifique y nos conceda renacer en él.
El, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María o II-V.

Antífona de comunión          Cf. Lc 11, 27
Bienaventurado el vientre de la Virgen María, porque llevó al Hijo del eterno Padre.

Oración después de la comunión
ALIMENTADOS por el Cuerpo y la Sangre
de tu Verbo encarnado,
te pedimos, Señor,
que estos divinos misterios, recibidos con gozo
en la memoria de la santísima Virgen María,
nos hagan siempre partícipes de la divinidad de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

IV. Tiempo pascual

En el tiempo pascual, se puede utilizar también la misa de santa María, reina de los Apóstoles.

Antífona de entrada          Cf. Sal 29, 12
Cambiaste, Señor, mi luto en danzas, y me has vestido de fiesta. Aleluya.

Oración colecta
OH, Dios,
que has llenado al mundo de alegría
por la resurrección de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María,
alcanzar los gozos eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
AL celebrar la memoria de la bienaventurada Virgen María,
recibe, Padre santo,
la ofrenda de nuestra humildad,
que te presentamos alegres,
y concédenos que, asociados al sacrificio de Cristo,
sea para nosotros consuelo temporal
y causa de salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I de la bienaventurada Virgen María o II-V.

Antífona de comunión          Cf. Sal 86, 3; Lc 1, 49
Alégrate, Virgen Madre, porque Cristo ha resucitado del sepulcro. Aleluya.

Oración después de la comunión
ALIMENTADOS con los sacramentos pascuales,
te pedimos, Señor,
que, quienes hemos celebrado
la memoria de la Madre de tu Hijo,
manifestemos en nuestra carne mortal
la vida de Jesucristo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


© Conferencia Episcopal Española

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