DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Solemnidad
Misa del día
Antífona de entrada Sab 1, 7
El Espíritu del Señor llenó la tierra y todo lo abarca, y conoce cada sonido. Aleluya.
O bien: Cf. Rom 5, 5; 8, 11
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice Gloria.
Oración colecta
OH, Dios, que por el misterio de esta fiesta
santificas a toda tu Iglesia
en medio de los pueblos y de las naciones,
derrama los dones de tu Espíritu
sobre todos los confines de la tierra
y realiza ahora también, en el corazón de tus fieles,
aquellas maravillas que te dignaste hacer
en los comienzos de la predicación evangélica.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
santificas a toda tu Iglesia
en medio de los pueblos y de las naciones,
derrama los dones de tu Espíritu
sobre todos los confines de la tierra
y realiza ahora también, en el corazón de tus fieles,
aquellas maravillas que te dignaste hacer
en los comienzos de la predicación evangélica.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
Oración sobre las ofrendas
TE pedimos, Señor,
que, según la promesa de tu Hijo,
el Espíritu Santo nos haga comprender más profundamente
la realidad misteriosa de este sacrificio
y se digne llevarnos al conocimiento pleno
de toda la verdad revelada.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
En la misa de la vigilia y en la misa del día:
I. Cuando se utiliza el Canon romano, se dice Reunidos en comunión propio.
II. Cuando se utiliza la plegaria eucarística II, se dice la intercesión Acuérdate, Señor propia.
III. Cuando se utiliza la plegaria eucarística III, se dice el recuerdo propio en la intercesión Atiende los deseos.
que, según la promesa de tu Hijo,
el Espíritu Santo nos haga comprender más profundamente
la realidad misteriosa de este sacrificio
y se digne llevarnos al conocimiento pleno
de toda la verdad revelada.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
EL MISTERIO DE PENTECOSTÉS
Texto musicalizado en Apéndice I.
V/. El Señor esté con vosotros. R/.
V/. Levantemos el corazón. R/.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/.
EN verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues, para llevar a plenitud el Misterio pascual,
enviaste hoy el Espíritu Santo
sobre los habías adoptada como hijos
por la encarnación de tu Unigénito.
El Espíritu que,
desde el comienzo de la Iglesia naciente,
infundió el conocimiento de Dios en todos los pueblos
y reunió a diversidad de lenguas
en la confesión de una misma fe.
Por eso,
con esta efusión de gozo pascual,
enviaste hoy el Espíritu Santo
sobre los habías adoptada como hijos
por la encarnación de tu Unigénito.
El Espíritu que,
desde el comienzo de la Iglesia naciente,
infundió el conocimiento de Dios en todos los pueblos
y reunió a diversidad de lenguas
en la confesión de una misma fe.
Por eso,
con esta efusión de gozo pascual,
el mundo entero se desborda de alegría,
y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles,
cantan el himno de tu gloria diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
En la misa de la vigilia y en la misa del día:
I. Cuando se utiliza el Canon romano, se dice Reunidos en comunión propio.
II. Cuando se utiliza la plegaria eucarística II, se dice la intercesión Acuérdate, Señor propia.
III. Cuando se utiliza la plegaria eucarística III, se dice el recuerdo propio en la intercesión Atiende los deseos.
Antífona de comunión Hch 2, 4. 11
Se llenaron todos de Espíritu Santo y hablaron de las grandezas de Dios, aleluya.
Se llenaron todos de Espíritu Santo y hablaron de las grandezas de Dios, aleluya.
Oración después de la comunión
OH, Dios, que has comunicado a tu Iglesia
los bienes del cielo,
conserva la gracia que le has dado,
para que el don infuso del Espíritu Santo
sea siempre nuestra fuerza,
y el alimento espiritual
acreciente su fruto para la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Se puede utilizar la fórmula de bendición solemne (n. 10).
los bienes del cielo,
conserva la gracia que le has dado,
para que el don infuso del Espíritu Santo
sea siempre nuestra fuerza,
y el alimento espiritual
acreciente su fruto para la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Se puede utilizar la fórmula de bendición solemne (n. 10).
Para despedir al pueblo, el diácono, o el mismo sacerdote, canta:
Podéis ir en paz, aleluya, aleluya.
Y todos responden:
Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
Acabado el tiempo de Pascua, se apaga el cirio pascual, que es conveniente colocar en un lugar digno del baptisterio, para que, en la celebración del bautismo, se enciendan en su llama los cirios de los bautizados.
Donde el lunes o también el martes después de Pentecostés son días en los que los fieles deben o suelen asistir a misa, puede utilizarse la misa del domingo de Pentecostés o decirse la misa votiva del Espíritu Santo.
El jueves después de Pentecostés se celebra en España la fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, sumo y eterno Sacerdote.
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