CAPÍTULO VI
FORMULARIOS DIVERSOS PARA LA CELEBRACIÓN DEL BAUTISMO DE NIÑOS
I. ORACIÓN DE LOS FIELES
Se puede emplear cualquiera de las fórmulas que aquí se proponen. Es lícito escoger intenciones de los diversos formularios, e incluir nuevas, con el fin de que la oración sea más apta y responda mejor a las especiales circunstancias y deseos de las familias. Siempre se termina con la invocación de los santos.
1
210. Hermanos: oremos ahora por estos niños que van a ser bautizados, por sus padres y padrinos y por todo el pueblo santo de Dios.
— Para que estos niños, al participar en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, alcancen nueva vida, y por el Bautismo se incorporen a su santa Iglesia. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos (u otra respuesta habitual).
— Para que el Bautismo y la Confirmación los hagan fieles discípulos suyos, que den testimonio del Evangelio en el mundo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que a través de una vida santa lleguen al Reino de los cielos. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que los padres y padrinos sean ejemplo de fe viva para estos niños. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que Dios guarde siempre en su amor a estas familias. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que renueve en todos nosotros la gracia del Bautismo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
Siguen las invocaciones de los santos.
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211. Llamados a ser sacerdocio real, estirpe elegida, pueblo de su propiedad, invoquemos la misericordia de Dios omnipotente para estos niños que van a recibir la gracia del Bautismo, para sus padres y padrinos y para todos los bautizados.
— Para que se digne incorporar a estos niños a su Iglesia, por el Bautismo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos (u otra respuesta habitual).
— Para que, sellados con el signo de la cruz, confiesen por los caminos de la vida a Cristo, Hijo de Dios. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que, sepultados por el Bautismo en la muerte de Cristo, participen en su resurrección. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que, ayudados por la palabra y el ejemplo de sus padres y padrinos, crezcan como miembros vivos de la Iglesia. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que en todos nosotros se renueve la gracia del Bautismo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que conserve siempre en una misma fe y caridad a todos los discípulos de Cristo, bautizados para formar un solo cuerpo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
Siguen las invocaciones de los santos.
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212. Invoquemos la misericordia de Jesucristo nuestro Señor por estos niños que van a ser bautizados, por sus padres y padrinos y por todos los fieles.
— Para que reciban la adopción de hijos de Dios por el Bautismo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos (u otra respuesta habitual).
— Para que, injertados como sarmientos en la verdadera vid, sean por su fe auténticos discípulos de Cristo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que guarden fielmente los preceptos de Cristo, permanezcan siempre en su amor y anuncien a los hombres su Evangelio. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que, santificados por la gracia de Cristo nuestro Salvador, consigan la herencia eterna. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que sus padres y padrinos eduquen en el conocimiento y amor de Dios a estos niños que van a ser bautizados. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que todos los hombres lleguen a participar en la nueva vida del Bautismo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
Siguen las invocaciones de los santos.
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213. Llamados a ser sacerdocio real, estirpe elegida, pueblo de su propiedad, invoquemos la misericordia de Dios omnipotente para estos niños que van a recibir la gracia del Bautismo, para sus padres y padrinos y para todos los bautizados.
— Para que lleguen a ser por el Bautismo hijos adoptivos de Dios, en quienes él se complazca. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos (u otra respuesta habitual).
— Para que, renacidos por el agua y el Espíritu Santo, y guiados por el mismo Espíritu, manifiesten siempre su nueva vida a todos los hombres. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que tengan la fuerza de superar las tentaciones y los atractivos del espíritu del mal. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que amen al Señor con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas, y al prójimo como a sí mismos. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que todos los aquí presentes demos a estos niños el testimonio de nuestra fe. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que todos los fieles de Cristo manifiesten siempre en su conducta la señal de la fe que recibieron en el Bautismo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
Siguen las invocaciones de los santos.
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214. Invoquemos la misericordia de Cristo para estos niños, para sus padres y padrinos y para todos los bautizados.
— Para que renazcan a la vida eterna por el agua y el Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos (u otra respuesta habitual).
— Para que sean miembros vivos de la Iglesia santa. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que sean capaces de oír, guardar y testimoniar el Evangelio. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que un día puedan participar con gozo en la mesa de la Eucaristía. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que amen siempre a Dios y aI prójimo. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que, ayudados con la palabra y el ejemplo de los cristianos, crezcan en sabiduría y gracía. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
— Para que todos los cristianos vivan siempre unidos en la fe y la caridad. Roguemos al Señor.
R/. Te rogamos, óyenos.
Siguen las invocaciones de los santos.
II. OTRA ORACIÓN DE EXORCISMO
215. Señor Dios todopoderoso,
que enviaste a tu Hijo único
para que el hombre, esclavo del pecado,
alcance la libertad de tus hijos.
Tú sabes que estos niños van a sentir las tentaciones
del mundo seductor
y van a tener que luchar contra los engaños del demonio.
Por la fuerza de la muerte y resurrección de tu Hijo,
arráncalos del poder de las tinieblas
y, fortalecidos con la gracia de Cristo,
guárdalos a lo largo del camino de la vida.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
III. BENDICIÓN E INVOCACIÓN A DIOS SOBRE EL AGUA
1
216. Véase la que se propone en el n. 123.
2
217.
Celebrante:
Bendito seas, Dios Padre todopoderoso,
porque has creado el agua que purifica y da la vida.
Todos:
Bendito seas por siempre, Señor (u otra aclamación).
Celebrante:
Bendito seas, Dios Hijo único del Padre, Jesucristo,
porque de tu costado abierto hiciste brotar agua junto con la sangre,
para que de tu muerte y resurrección naciera la Iglesia.
Todos:
Bendito seas por siempre, Señor.
Celebrante:
Bendito seas, Dios Espíritu Santo,
porque ungiste a Cristo bautizado en las aguas del Jordán,
para que nosotros seamos bautizados en ti.
Todos:
Bendito seas por siempre, Señor.
Celebrante:
Escúchanos, Señor, Padre único,
y santifica esta agua, criatura tuya,
para que los bautizados en ella
queden limpios de pecado
y renazcan a la vida de hijos de Dios.
Todos:
Escúchanos, Señor (u otra aclamación).
Celebrante:
Santifica esta agua, criatura tuya,
para que los bautizados por ella
en la muerte y resurrección de Cristo,
respondan a la imagen de tu Hijo.
Todos:
Escúchanos, Señor.
Celebrante:
Santifica esta agua, criatura tuya,
para que el Espíritu Santo
dé la vida nueva a tus elegidos
y sean miembros de tu pueblo santo.
Todos:
Escúchanos, Señor.
Cuando el agua bautismal está ya bendecida, se omiten las invocaciones Escúchanos, Señor, y las que siguen, diciendo el celebrante:
Por el sacramento de esta agua,
da la vida espiritual a N. y N. (tus elegidos),
llamados al Bautismo en la fe de la Iglesia.
para que tengan vida eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
3
218.
Celebrante:
Te bendecimos, Padre misericordioso,
porque de la fuente del Bautismo hiciste brotar en nosotros
la nueva vida de hijos de Dios.
Todos:
Bendito seas por siempre, Señor (u otra aclamación).
Celebrante:
Te bendecimos, Padre misericordioso,
porque reúnes en un solo pueblo,
por el agua y el Espíritu Santo,
a todos los bautizados en tu Hijo Jesucristo.
Todos:
Bendito seas por siempre, Señor.
Celebrante:
Te bendecimos, Padre misericordioso,
porque nos haces libres para gozar de tu vida
con el Espíritu Santo que infundes en nuestros corazones.
Todos:
Bendito seas por siempre, Señor.
Celebrante:
Te bendecimos, Padre misericordioso,
porque envías a los bautizados
para que anuncien con gozo a todos los pueblos
el Evangelio de Cristo.
Todos:
Bendito seas por siempre, Señor.
Celebrante:
Bendice ahora, Señor, esta agua,
en la que van a ser bautizados N. y N. (tus elegidos),
a quienes has llamado
al baño de la regeneración en la fe de tu Iglesia,
para que tengan la vida eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
Cuando el agua está ya bendecida, se omite la invocación Bendice ahora, Señor, diciendo el celebrante:
Por el sacramento de esta agua consagrada,
N. y N. (tus elegidos), llamados al Bautismo en la fe de la Iglesia,
nazcan de nuevo y tengan vida eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
IV. FORMULARIOS PARA LAS RENUNCIAS
I.
219. Renunciáis a Satanás, esto es:
— al pecado, como negación de Dios;
— al mal, como signo del pecado en el mundo;
— al error, como ofuscación de la verdad;
— a la violencia, como contraria a la caridad;
— al egoísmo, como falta de testimonio del amor.
R/. Sí, renuncio.
Renunciáis a sus obras, que son:
— vuestras envidias y odios;
— vuestras perezas e indiferencias;
— vuestras cobardías y complejos;
— vuestras tristezas y desconfianzas;
— vuestros materialismos y sensualidades;
— vuestras injusticias y favoritismos;
— vuestras faltas de fe, de esperanza y de caridad.
R/. Sí, renuncio.
Renunciáis a todas sus seducciones, como pueden ser:
— el creeros los mejores;
— el veros superiores;
— el estar muy seguros de vosotros mismos;
— el creer que ya estáis convertidos del todo;
— el quedaros en las cosas, medios, instituciones, métodos, reglamentos, y no ir a Dios.
R/. Sí, renuncio.
II.
220. Renunciáis a creeros superiores a los demás, esto es, a cualquier tipo de:
— abuso;
— discriminación;
— fariseísmo, hipocresía, cinismo;
— orgullo;
— egoísmo personal;
— desprecio.
R/. Sí, renuncio.
Renunciáis a inhibiros ante las injusticias y necesidades de las personas e instituciones por:
— cobardía;
— pereza;
— comodidad;
— ventajas personales.
R/. Sí, renuncio.
Renunciáis a los criterios y comportamientos materialistas que consideran:
— el dinero como la aspiración suprema d.e la vida;
— el placer ante todo;
— el negocio como valor
— el propio bien por encima del bien común.
R/. Sí, renuncio.
V. ACLAMACIONES Y TROPARIOS
221. Aclamaciones sacadas de los Libros Sagrados:
- ¿Quién de los fuertes se parece a ti, Señor? (o ¿Quién se te parece en la fuerza, Señor?).
-¿Quién se parece a ti, espléndido en santidad, terrible y admirable, haciendo maravillas? (Ex 15, 11).
-Dios es luz, y en él no hay tiniebla alguna (1 In 1, 5).
-Dios es caridad, y el que en caridad permanece, permanece en Dios (1 Jn 4, 16).
-Uno solo es Dios, Padre de todo, el que está sobre todo y por todo y en todos nosotros (Ef 4, 6).
-Contemplad al Señor y quedaréis radiantes (Sal 33, 6).
-Bendito sea Dios, que os eligió en Cristo (Ef 1, 4).
-Sois hechura de Dios, creados en Cristo Jesús (Ef 2, 10).
-Ahora somos hijos de Dios: Y aún no se ha manifestado lo que seremos (1 Jn 3, 2).
-Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos y ser hijos de Dios.
-Benditos los que lavan sus estolas en la sangre del cordero (Ap 22, 14).
-Somos una misma cosa en Cristo Jesús (Ga 3, 28).
-Sed imitadores d e Dios, y caminad en el amor, tal como nos amó Cristo (Ef l-2).
222. Troparios seleccionados de las antiguas liturgias:
-Creemos en ti, Cristo; ilumina nuestros corazones, para que seamos hijos de la luz.
-Nos acercamos a ti, Señor; concédenos vivir en ti y seremos tus hijos adoptivos.
-De tu costado, Cristo, brotó una fuente de agua, que lava la suciedad del mundo y renueva la vida.
-Sobre las aguas clama la voz del Padre, brilla la gloria del Hijo y da vida el amor del Espíritu Santo.
-Iglesia santa, abre tus brazos y recibe a los nacidos por el Espíritu de Dios.
-Alegraos, vosotros, elegidos de Dios,
sepultados con Cristo en su muerte,
resucitados en Cristo por la fe.
Ésta es la fuente de vida, que ha lavado al mundo entero;
brotó de la herida de Cristo.
Esperad el Reino de los cielos, los que habéis renacido de esta fuente.
VI. FÓRMULAS DE BENDICIÓN FINAL
1
223. Véase el texto propuesto en el n. 135.
2
224.
Celebrante:
El Señor Dios todopoderoso,
que llenó de alegría el universo
con el nacimiento de su Hijo,
bendiga a estos recién bautizados,
para que sean imagen acabada de Jesucristo.
Todos:
Amén.
Celebrante:
El Señor Dios todopoderoso,
dispensador de la vida temporal y la eterna,
bendiga a los padres y madres de estos niños,
para que del mismo modo
que ahora le agradecen su descendencia
perseveren con sus hijos en constante acción de gracias.
Todos:
Amén.
Celebrante:
El Señor Dios todopoderoso,
que nos ha hecho renacer a la vida eterna
por el agua y el Espíritu,
bendiga a estos fieles,
para que siempre y en todo lugar
sean miembros vivos de su pueblo;
y conceda la abundancia de su paz,
a todos los aquí presentes,
en Jesucristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
Celebrante:
La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo ✠ y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
Todos:
Amén.
3
225.
Celebrante:
El Dios autor de la vida y de la caridad,
que llena el corazón de las madres de amor a sus hijos,
bendiga a las madres de estos bautizados,
para que del mismo modo que le agradecen su descendencia,
se gocen en el cariño, crecimiento y fortaleza de sus hijos.
Todos:
Amén.
Celebrante:
El Dios principio y modelo de toda paternidad,
acompañe con su amor a los padres de estos niños,
para que conduzcan a sus hijos, con el ejemplo,
hasta la plenitud del compromiso cristiano.
Todos:
Amén.
Celebrante:
El Dios amigo de los hombres,
mire con amor a todos los conocidos y familiares
de los nuevos bautizados;
los libre del mal, los proteja siempre
y les conceda paz y felicidad abundante.
Todos:
Amén.
Celebrante:
La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo ✠ y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
Todos:
Amén.
4
226.
Celebrante:
Hermanos:
Os pongo en manos de la gracia misericordiosa de Dios Padre todopoderoso, de su Hijo unigénito y del Espíritu Santo. Él nos proteja en la vida, para que, caminando a la luz de la fe, alcancemos los bienes prometidos.
La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo ✠ y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
Todos:
Amén.
Celebrante:
Podéis ir en paz.
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