Diurnal - Martes de la III semana de Pascua

Tiempo Pascual

MARTES

Laudes

LECTURA BREVE          Hch 13, 30-33

Dios resucitó a Jesús de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. Nosotros os anunciamos que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy».

RESPONSORIO BREVE

R/. El Señor ha resucitado del sepulcro. *Aleluya, aleluya. El Señor.
V/. El que por nosotros colgó del madero. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. El Señor.

Benedictus, ant. Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Aleluya.

PRECES

Alabemos a Cristo, que con su poder reconstruyó el templo destruido de su cuerpo, y supliquémosle:

Concédenos, Señor, los frutos de tu resurrección.

Oh Cristo Salvador, que en tu resurrección anunciaste la alegría a las mujeres y a los apóstoles y salvaste al universo entero,
— conviértenos en testigos del Dios viviente.

Tú que has prometido la resurrección universal y has anunciado una vida nueva,
— haz de nosotros mensajeros del Evangelio de la vida.

Tú que te apareciste repetidas veces a los apóstoles y les comunicaste el Espíritu Santo,
— renuévanos por el Espíritu Defensor.

Tú que prometiste estar con tus discípulos hasta el fin del mundo,
— quédate hoy con nosotros y sé siempre nuestro compañero.

Padre nuestro.

Oración

Señor, tú que abres las puertas de tu reino a los que han renacido del agua y del Espíritu, acrecienta la gracia que has dado a tus hijos, para que, purificados ya de sus pecados, alcancen todas tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hora intermedia

Tercia

LECTURA BREVE          Cf. Hch 4, 11-12

Jesús es la piedra que desecharon los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular: ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos.

V/. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
R/. Y se ha aparecido a Simón. Aleluya.

Sexta

LECTURA BREVE          Cf. 1P 3, 21-22a

A vosotros actualmente os salva el bautismo: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que está a la derecha de Dios.

V/. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya.
R/. Al ver al Señor. Aleluya. 

Nona

LECTURA BREVE          Col 3, 1-2

Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

V/. Quédate con nosotros, Señor. Aleluya.
R/. Porque atardece. Aleluya.

La oración como en Laudes.

Vísperas

LECTURA BREVE          1P 2, 4-5

Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo.

RESPONSORIO BREVE

R/. Los discípulos se llenaron de alegría. *Aleluya, aleluya. Los discípulos.
V/. Al ver al Señor. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. Los discípulos. 

Magníficat, ant. El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. Aleluya.

PRECES

Aclamemos alegres a Cristo, que después de ser sepultado en el seno de la tierra resucitó gloriosamente a una vida nueva, y digámosle confiados:

Rey de la gloria, escúchanos.

Te rogamos, Señor por los obispos, los presbíteros y los diáconos: que sirvan con celo a tu pueblo
— y lo conduzcan por los caminos del bien.

Te rogamos, Señor, por los que sirven a la Iglesia con el estudio de tu palabra:
— que escudriñen tu doctrina con pureza de corazón y deseo de adoctrinar a tu pueblo.

Te rogamos, Señor, por todos los fieles de la Iglesia: que combatan bien el combate de la fe
— y, habiendo corrido hasta la meta, alcancen la corona merecida.

Tú que en la cruz clavaste y borraste el protocolo que nos condenaba,
— destruye también en nosotros toda clase de esclavitud y líbranos de toda tiniebla.

Tú que al bajar al lugar de los muertos abriste las puertas del abismo:
— recibe a nuestros hermanos difuntos en tu reino. 

Padre nuestro.

Oración

Señor, tú que abres las puertas de tu reino a los que han renacido del agua y del Espíritu, acrecienta la gracia que has dado a tus hijos, para que, purificados ya de sus pecados, alcancen todas tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo.

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