Diurnal - Todos los Santos

Propio de los Santos
Noviembre

1 de noviembre
TODOS LOS SANTOS
Solemnidad

Esta solemnidad se celebró de manera universal en toda la Iglesia a partir del siglo IX.

I Vísperas

HIMNO 

I

Cuando contemplo el cielo 
de innumerables luces adornado, 
y miro hacia el suelo 
de noche rodeado, 
en sueño y en olvido sepultado; 

el amor y la pena 
despiertan en mi pecho un ansia ardiente; 
despiertan larga vena 
los ojos hechos de fuente, 
hasta que digo al fin con voz doliente: 

«Morada de grandeza, 
templo de claridad y hermosura, 
el alma que a tu alteza 
nació, ¿qué desventura 
la tiene en esta cárcel baja, oscura?
¿Qué mortal desatino 
de la verdad aleja así el sentido, 
que, de tu bien divino 
olvidado, perdido, 
sigue la vana sombra, el bien fingido?» 

El hombre está entregado 
al sueño de su suerte no cuidando, 
y, con paso callado, 
el cielo vueltas dando 
las horas del vivir le va hurtando. 

¡Oh, despertad, mortales, 
mirad con atención en vuestro daño! 
¿Las almas inmortales, 
hechas a bien tamaño, 
podrán vivir de sombras y de engaño?

¡Ay!, levantad los ojos 
a aquesta celestial eterna esfera; 
burlaréis los antojos 
de aquesa lisonjera 
vida, con cuanto teme y cuanto espera. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu, 
por los siglos de los siglos. Amén. 

II

Peregrinos del reino celeste,
hoy, con nuestras plegarias y cantos,
invocamos a todos los santos,
revestidos de cándida veste.

Éstos son los que a Cristo siguieron,
y por Cristo la vida entregaron,
en su sangre de Dios se lavaron,
testimonio de amigos le dieron.

Sólo a Dios en la tierra buscaron,
y de todos hermanos se hicieron.
Porque a todos sus brazos se abrieron,
éstos son los que a Dios encontraron.

Desde el cielo, nos llega cercana
su presencia y su luz guiadora:
nos invitan, nos llaman ahora,
compañeros seremos mañana.

Animosos, sigamos sus huellas,
nuestro barro será transformado
hasta verse con Cristo elevado
junto a Dios en su cielo de estrellas.

Gloria a Dios, que ilumina este día:
gloria al Padre, que quiso crearnos,
gloria al Hijo, que vino a salvarnos,
y al Espíritu que él nos envía. Amén.

SALMODIA 

Ant. 1. Una luz sin ocaso iluminará a tus santos, Señor, y la eternidad los esclarecerá. Aleluya. 

Salmo 112 

Alabad, siervos del Señor, 
alabad el nombre del Señor. 
Bendito sea el nombre del Señor, 
ahora y por siempre: 
de la salida del sol hasta su ocaso, 
alabado sea el nombre del Señor. 

El Señor se eleva sobre todos los pueblos, 
su gloria sobre los cielos. 
¿Quién como el Señor, Dios nuestro, 
que se eleva en su trono 
y se abaja para mirar 
al cielo y a la tierra? 

Levanta del polvo al desvalido, 
alza de la basura al pobre, 
para sentarlo con los príncipes, 
los príncipes de su pueblo; 
a la estéril le da un puesto en la casa, 
como madre feliz de hijos. 

Ant. Una luz sin ocaso iluminará a tus santos, Señor, y la eternidad los esclarecerá. Aleluya. 

Ant. 2. Jerusalén, ciudad de Dios, te alegrarás en tus hijos, porque todos serán bendecidos y se congregarán junto al Señor. Aleluya.

Salmo 147

Glorifica al Señor, Jerusalén; 
alaba a tu Dios, Sión: 
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, 
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti; 
ha puesto paz en tus fronteras, 
te sacia con flor de harina. 

Él envía su mensaje a la tierra, 
y su palabra corre veloz; 
manda la nieve como lana, 
esparce la escarcha como ceniza; 

hace caer el hielo como migajas 
y con el frío congela las aguas; 
envía una orden, y se derriten; 
sopla su aliento, y corren. 

Anuncia su palabra a Jacob, 
sus decretos y mandatos a Israel; 
con ninguna nación obró así, 
ni les dio a conocer sus mandatos. 

Ant. Jerusalén, ciudad de Dios, te alegrarás en tus hijos, porque todos serán bendecidos y se congregarán junto al Señor. Aleluya. 

Ant. 3. Los santos cantaban un cántico nuevo ante el trono de Dios y del Cordero, y sus voces llenaban toda la tierra. Aleluya. 

El cántico siguiente se dice con Aleluya, tal como está aquí, solamente cuando el Oficio es cantado. Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente decir Aleluya solo al principio y al final de cada estrofa.

Cántico
Cf. Ap 19,1-2.5-7 

Aleluya. 
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios, 
(R/. Aleluya.)
porque sus juicios son verdaderos y justos. 
R/. Aleluya, (aleluya)

Aleluya. 
Alabad al Señor, sus siervos todos, 
(R/. Aleluya.)
los que le teméis, pequeños y grandes. 
R/. Aleluya, (aleluya)

Aleluya. 
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo, 
(R/. Aleluya.)
alegrémonos y gocemos y démosle gracias. 
R/. Aleluya, (aleluya)

Aleluya. 
Llegó la boda del Cordero, 
(R/. Aleluya.)
su esposa se ha embellecido. 
R/. Aleluya, (aleluya)

Ant. Los santos cantaban un cántico nuevo ante el trono de Dios y del Cordero, y sus voces llenaban toda la tierra. Aleluya. 

LECTURA BREVE                     Hb 12,22-24

Vosotros os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús, y a la aspersión purificadora de una sangre que habla mejor que la de Abel. 

RESPONSORIO BREVE 

R/. Alégrense los justos * En la presencia de Dios. Alégrense. 
V/. Y rebosen de alegría. * En la presencia de Dios. Gloria al Padre. Alégrense. 

Magníficat, ant. A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles, la multitud admirable de los profetas, el blanco ejército de los mártires; todos los santos y elegidos te proclaman a una sola voz, santa Trinidad, único Dios.

PRECES 

Invoquemos con alegría a Dios, corona de todos los santos, y digámosle: 

Sálvanos, Señor, por la intercesión de los santos.

Dios sapientísimo, que por medio de Cristo has constituido a los apóstoles fundamento de tu Iglesia, 
—conserva a tus fieles en la doctrina que ellos enseñaron. 

Tú que has dado a los mártires la fortaleza del testimonio, hasta derramar su sangre, 
—haz de los cristianos testigos fieles de tu Hijo. 

Tú que has dado a las santas vírgenes el don insigne de imitar a Cristo virgen, 
—haz que reconozcan la virginidad a ti consagrada como una señal particular de los bienes celestiales. 

Tú que manifiestas en todos los santos tu presencia, tu rostro y tu palabra, 
—otorga a tus fieles sentirse más cerca de ti por su imitación. 

Concede a los difuntos vivir por siempre en compañía de la bienaventurada Virgen María, de san José y de todos los santos, 
— y otórganos a nosotros, por su intercesión, esa misma compañía.

Padre nuestro. 

La oración como en Laudes.

Invitatorio
Ant. Venid, adoremos a Dios, que es glorificado en la asamblea de los santos. 

El salmo invitatorio como en el Ordinario.

Laudes
HIMNO 

Patriarcas que fuisteis la semilla 
del árbol de la fe en siglos remotos, 
al vencedor divino de la muerte, 
rogadle por nosotros. 

Profetas que rasgasteis inspirados 
del provenir el velo misterioso, 
al que sacó la luz de las tinieblas, 
rogadle por nosotros. 

Almas cándidas, santos Inocentes, 
que aumentáis de los ángeles el coro, 
al que llamó a los niños a su lado, 
rogadle por nosotros. 

Apóstoles que echasteis en el mundo 
de la Iglesia el cimiento poderoso, 
al que es de la verdad depositario, 
rogadle por nosotros. 

Mártires que ganasteis vuestra palma 
en la arena del circo, en sangre rojo, 
al que os dio fortaleza en el combate, 
rogadle por nosotros. 

Vírgenes, semejantes a azucenas 
que el verano vistió de nieve y oro, 
al que es fuente de vida y hermosura, 
rogadle por nosotros.

Monjes que de la vida en el combate 
pedisteis paz al claustro silencioso, 
al que es iris de calma en las tormentas, 
rogadle por nosotros. 

Doctores cuyas plumas nos legaron 
de virtud y saber rico tesoro, 
al que es caudal de ciencia inextinguible, 
rogadle por nosotros. 

Soldados del ejército de Cristo, 
santas y santos todos, 
rogadle que perdone nuestras culpas 
a aquel que vive y reina entre nosotros. Amén. 

Ant. 1. Los santos tienen su morada en el reino de Dios, y allí han encontrado descanso eterno. Aleluya.

Los salmos y el cántico, del domingo de la semana I

Ant. 2. Santos del Señor, bendecid al Señor eternamente.

Ant. 3. Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido. Es un honor para todos sus fieles. 

LECTURA BREVE                       Ef 1,17-18

El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.

RESPONSORIO BREVE 

R/. Alegraos, justos, * Y gozad con el Señor. Alegraos. 
V/. Aclamadlo, los de corazón sincero. * Y gozad con el Señor. Gloria al Padre. Alegraos. 

Benedictus, ant. Los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Aleluya.

PRECES 

Invoquemos con alegría a Dios, corona de todos los santos, y digámosle: 

Sálvanos, Señor, por la intercesión de los santos.

Dios, fuente de santidad, que has hecho brillar en tus santos las maravillas de tu gracia multiforme, 
—concédenos celebrar tu grandeza en ellos. 

Dios providentísimo y eterno, que nos has hecho ver en tus santos las imágenes más acabads de tu Hijo, 
—haz que, por ellos, nos sintamos más eficazmente movidos a la unión con Cristo. 

Rey de los cielos, tú que nos estimulas a desear la ciudad futura, por medio de los fieles seguidores de Cristo, 
—haz que aprendamos de ellos el camino más seguro de alcanzarla. 

Oh Dios, tú que, por el sacrificio del cuerpo de tu Hijo, nos unes más intimamente a los moradores del cielo, 
—aumenta nuestra devoción, para que vivamos más de acuerdo con las exigencias de su culto.

Padre nuestro.

Oración

Dios todopoderoso y eterno, que nos has otorgado celebrar en una misma fiesta los méritos de todos los santos, concédenos, por esta multitud de intercesores, la deseada abundancia de tu misericordia y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hora intermedia

Salmodia complementaria. Si cae en domingo, salmos del domingo de la semana I. 

Tercia 

Ant. El Señor consuela a Sión; allí habrá gozo y alegría, con acción de gracias al son de instrumentos. 

LECTURA BREVE              Is 65,18-19

Habrá gozo y alegría perpetua por lo que voy a crear. Mirad: voy a transformar a Jerusalén en alegría, y a su pueblo en gozo; me alegraré de Jerusalén y me gozaré de mi pueblo, y ya no se oirán en ella gemidos ni llantos.

V/. Estad alegres y contentos, santos todos. 
R/. Porque vuestra recompensa es grande en el cielo. 

Sexta 

Ant. Los pueblos cuentan la sabiduría de los santos, y toda la Iglesia anuncia su alabanza. 

LECTURA BREVE             1P 1,15-16

El que os llamó es santo; como él, sed también vosotros santos en toda vuestra conducta, porque dice la Escritura: «Seréis santos, porque yo soy santo».

V/. Alegraos, justos, con el Señor. 
R/. Celebrad su santo nombre. 

Nona 

Ant. Los santos, por medio de la fe, subyugaron reinos, practicaron la justicia, obtuvieron promesas.

LECTURA BREVE                 Ap 21,10-11;22,3b-4

El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Allí estarán el trono de Dios y del Cordero, y sus siervos le prestarán servicio, lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente.

V/. Los justos alabarán tu nombre, Señor. 
R/. Los honrados habitarán en tu presencia. 

La oración como en Laudes. 

II Vísperas

HIMNO, como en las I Vísperas.

SALMODIA 

Ant. 1. Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todos los pueblos, de pie delante del trono. 

Salmo 109, 1-5.7 

Oráculo del Señor a mi Señor: 
«Siéntate a mi derecha, 
y haré de tus enemigos 
estrado de tus pies». 
Desde Sión extenderá el Señor 
el poder de tu cetro: 
somete en la batalla a tus enemigos. 

«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, 
entre esplendores sagrados; 
yo mismo te engendré, como rocío, 
antes de la aurora». 

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: 
«Tú eres sacerdote eterno, 
según el rito de Melquisedec». 

El Señor a tu derecha, el día de su ira, 
quebrantará a los reyes. 
En su camino beberá del torrente, 
por eso levantará la cabeza.

Ant. Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todos los pueblos, de pie delante del trono. 

Ant. 2. Dios los puso a prueba, y los halló dignos de sí; por eso recibirán la noble corona de manos del Señor. 

Salmo 115

Tenía fe, aun cuando dije: 
«¡Qué desgraciado soy!» 
Yo decía en mi apuro: 
«Los hombres son unos mentirosos». 

¿Cómo pagaré al Señor 
todo el bien que me ha hecho? 
Alzaré la copa de la salvación, 
invocando su nombre. 
Cumpliré al Señor mis votos 
en presencia de todo el pueblo. 

Mucho le cuesta al Señor 
la muerte de sus fieles. 
Señor, yo soy tu siervo, 
siervo tuyo, hijo de tu esclava: 
rompiste mis cadenas. 

Te ofreceré un sacrificio de alabanza, 
invocando tu nombre, Señor. 
Cumpliré al Señor mis votos 
en presencia de todo el pueblo, 
en el atrio de la casa del Señor, 
en medio de ti, Jerusalén. 

Ant. 2. Dios los puso a prueba, y los halló dignos de sí; por eso recibirán la noble corona de manos del Señor. 

Ant. 3. Con tu sangre nos compraste, Señor Dios, hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y has hecho de nosotros un reino para nuestro Dios. 

Cántico
Ap 4,11;5,9.10.12 

Eres digno, Señor, Dios nuestro, 
de recibir la gloria, el honor y el poder, 
porque tú has creado el universo; 
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, 
porque fuiste degollado 
y con tu sangre compraste para Dios 
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; 
y has hecho de ellos para nuestro Dios 
un reino de sacerdotes, 
y reinan sobre la tierra. 

Digno es el Cordero degollado 
de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, 
la fuerza, el honor, la gloria, y la alabanza. 

Ant. Con tu sangre nos compraste, Señor Dios, hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación, y has hecho de nosotros un reino para nuestro Dios. 

LECTURA BREVE             2Co 6,16b;7,1

Nosotros somos templo del Dios vivo; así lo dijo él: «Habitaré y caminaré con ellos; seré su Dios, y ellos serán mi pueblo». Estas promesas tenemos, queridos hermanos; por eso, limpiemos toda suciedad de cuerpo o de espíritu, para ir completando nuestra consagración en el temor de Dios. 

RESPONSORIO BREVE 

R/. Santos y justos, * Alegraos en el Señor. Santos. 
V/. Dios se os escogió como heredad. * Alegraos en el Señor. Gloria al Padre. Santos. 

Magníficat, ant. ¡Qué glorioso es el reino donde todos los santos gozan con Cristo!; vestidos con vestiduras blancas, siguen al Cordero adondequiera que vaya.

PRECES, como en las I Vísperas.

La oración como en Laudes. 

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