1. Conmemoración de san Mánahen, hermano de leche del tetrarca Herodes, que era doctor en la Iglesia de Antioquía, en Siria, sobresaliendo como profeta bajo la gracia del Nuevo Testamento (s. I).
2. También conmemoración de la beata Juana, esposa de Cusa, procurador de Herodes, que junto con otras mujeres servía a Jesús y a los apóstoles con sus recursos, y en el día de la Resurrección del Señor encontró removida la losa del sepulcro y lo anunció a los discípulos (s. I).
4. En Trieste, en la península de Istria, san Sérvulo, mártir (s. in.).
5. En Nantes, en la Galia Lugdunense, santos hermanos Donaciano y Rogaciano, mártires, de los cuales se narra que el primero había recibido el bautismo y el otro todavía era catecúmeno, pero en el combate final, besando a su hermano, Donaciano rogó a Dios para que el que aún no había podido ser lavado por el bautismo sagrado mereciese ser enjugado en la corriente de su propia sangre (c. 304).
6. Conmemoración de treinta y ocho santos mártires, que, según la tradición, fueron decapitados en Filipópolis, en Tracia (hoy Plovdiv, en Bulgaria), en tiempo de Diocleciano y Maximiano (c. 304).
7. En el monasterio de Lérins, en la Provenza, san Vicente, presbítero y monje, que fue muy célebre por su doctrina cristiana y santidad de vida, y se empeñó con denuedo en el progreso de la fe de los creyentes (c. 450).
8. En el monte Admirable, en Siria, san Simeón Estilita el Joven, presbítero y anacoreta, que vivió sobre una columna en trato íntimo con Cristo, y compuso diversos tratados de temas ascéticos y gozó de carismas espirituales (592).
9*. En Piacenza, en la Emilia, beato Felipe, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, el cual vestía un cota de malla de hierro para castigar la carne con dureza (1306).
10*. En Marruecos, beato Juan de Prado, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que fue enviado a África para prestar auxilio espiritual a los cristianos reducidos a esclavitud en los reinos sarracenos, pero habiendo sido apresado confesó valientemente la fe de Cristo ante el soberano Mulay al-Walid y, por mandato de éste, consumó el martirio por el fuego (1631).
11. En Seúl, en Corea, santos mártires Agustín Yi Kwang-hon, en cuya casa se leían las Sagradas Escrituras; Águeda Kim A-gi, madre de familia, que recibió el bautismo en la cárcel; y sus siete compañeros (Sus nombres son los siguientes: san Damián Nam Myong-hyog, catequista; Magdalena Kim O-bi, Bárbara Han A-gi, Ana Pak A-gi, Águeda Yi So-sa, Lucía Pak Hui-sun y Pedro Kwon Tu-gin.), que fueron todos degollados a causa del nombre cristiano (1839).
12*. En la ciudad de Saint-Hyacinthe, en Canadá, beato Luis Ceferino Moreau, obispo, quien en las diversas actividades de la cura pastoral se exhortaba siempre a sí mismo a sentir ardientemente con la Iglesia (1901).
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