Diurnal - Domingo V de Pascua

Tiempo Pascual

DOMINGO V DE PASCUA

En vez de las antífonas para los cánticos de la Virgen María (Magníficat) y de Zacarías (Benedictus) que figuran en el siguiente formulario, pueden usarse las antífonas de libre elección que se hallan en el Apéndice IV. 

Semana I del Salterio

I Vísperas

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del domingo de la semana I.

LECTURA BREVE          1P 2, 9-10

Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de las tinieblas y entrar en su luz maravillosa. Antes erais «no pueblo», ahora sois «pueblo de Dios»; antes erais «no compadecidos» ahora sois «compadecidos».

RESPONSORIO BREVE

R/. Los discípulos se llenaron de alegría. *Aleluya, aleluya.
V/. Al ver al Señor. *Aleluya, aleluya.

Magníficat, ant.:
Año A: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Aleluya.
Año B: Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado. Aleluya.
Año C: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Aleluya.

PRECES

Oremos a Cristo, vida y resurrección de todos los hombres, y digámosle con fe:

Hijo de Dios vivo, protege a tu pueblo.

Te rogamos, Señor, por tu Iglesia extendida por todo el mundo: 
—santifícala y haz que cumpla su misión de llevar tu reino a todos los hombres.

Te pedimos por los hambrientos y por los que están tristes, por los enfermos, los oprimidos y los desterrados: 
—dales, Señor, ayuda y consuelo.

Te pedimos por los que se han apartado de ti por el error o por el pecado: 
—que obtengan la gracia de tu perdón y el don de una vida nueva.

Salvador del mundo, tú que fuiste crucificado, resucitaste, y has de venir a juzgar al mundo, 
—ten piedad de nosotros, pecadores.

Te rogamos, Señor, por los que viven en el mundo 
— y por los que han salido ya de él, con la esperanza de la resurrección.

Padre nuestro.

Oración

Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

Laudes

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del domingo de la semana I.

LECTURA BREVE          Hch 10, 40-43

Dios resucitó a Jesús al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados.

RESPONSORIO BREVE

R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. *Aleluya, aleluya. Cristo. 
V/. Tú que has resucitado de entre los muertos. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. Cristo. 

Benedictus, ant.: 
Año A: Jesús dijo: «Quien me ha visto a mí ha visto al Padre». Aleluya. 
Año B: «El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante», dice el Señor. Aleluya. 
 Año C: La señal por la que conocerán que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros. Aleluya. 

PRECES 

Oremos a Cristo, autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, y que por su poder nos resucitará también a nosotros, y digámosle: 

Cristo, vida nuestra, sálvanos. 

Cristo, luz esplendorosa que brilla en las tinieblas, rey de la vida y salvador de los que han muerto, 
—concédenos vivir hoy en tu alabanza.

Señor Jesús, que anduviste los caminos de la pasión y de la cruz, 
—concédenos que, unidos a ti en el dolor y en la muerte, resucitemos también contigo. 

Hijo del Padre, maestro y hermano nuestro, tú que has hecho de nosotros un pueblo de reyes y sacerdotes, 
—enséñanos a ofrecer con alegría nuestros sacrificios de alabanza. 

Rey de la gloria, esperamos anhelantes el día de tu manifestación gloriosa, 
—para poder contemplar tu rostro y ser semejante a ti. 

Padre nuestro. 

Oración

Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. 

Hora intermedia

Tercia 

LECTURA BREVE          Cf. 1Co 15, 3b-5

Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; fue sepultado y resucitó al tercer día, según las Escrituras; se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce.

V/. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya. 
R/. Y se ha aparecido a Simón. Aleluya. 

Sexta 

LECTURA BREVE          Ef 2, 4-6

Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando  nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo —por pura gracia estáis salvados—, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él.

V/. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya. 
R/. Al ver al Señor. Aleluya.

Nona 

LECTURA BREVE          Rm 6, 4

Por el bautismo fuimos sepultados con Cristo en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.

V/. Quédate con nosotros, Señor. Aleluya. 
R/. Porque atardece. Aleluya. 

La oración como en Laudes.

II Vísperas

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del domingo de la semana I.

LECTURA BREVE          Hb 10, 12-14

Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.

RESPONSORIO BREVE 

R/. Verdaderamente ha resucitado el Señor. *Aleluya, aleluya. Verdaderamente. 
V/. Y se ha aparecido a Simón. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. Verdaderamente. 

Magníficat, ant.: 
Año A: Me voy a prepararos sitio; volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Aleluya. 
Año B: Si permanecéis en mí, pediréis lo que deseéis, y se realizará. Aleluya. 
Año C: «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado», dice el Señor. Aleluya. 

PRECES 

Oremos a Cristo, el Señor, que murió y resucitó, y ahora intercede por nosotros, y digámosle: 

Cristo, Rey victorioso, escucha nuestra oración. 

Cristo, luz y salvación de todos los pueblos, 
—derrama el fuego del Espíritu Santo sobre los que has querido que fueran testigos de tu resurrección en el mundo. 

Que el pueblo de Israel te reconozca como el Mesías de su esperanza 
—y la tierra toda se llene del conocimiento de tu gloria.

Consérvanos, Señor, en la comunión de tu Iglesia 
—y haz que esta Iglesia progrese cada día hacia la plenitud que tú le preparas. 

Tú que has vencido la muerte, nuestro enemigo, destruye en nosotros el poder del mal, tu enemigo, 
—para que vivamos siempre para ti, vencedor inmortal. 

Cristo Salvador, tú que te sometiste incluso a la muerte y has sido levantado a la derecha del Padre, 
—recibe en ti reino glorioso a nuestros hermanos difuntos. 

Padre nuestro. 

Oración

Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

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