XVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Antífona de entrada Sal 69, 2. 6
Dios mío, ven en mi auxilio; Señor, date prisa en socorrerme. Que tú eres mi auxilio y mi liberación. Señor, no tardes.
Oración colecta
ATIENDE, Señor, a tus siervos
y derrama tu bondad imperecedera
sobre los que te suplican,
para que renueves lo que creaste
y conserves lo renovado
en estos que te alaban como autor y como guía.
Por nuestro Señor Jesucristo.
y derrama tu bondad imperecedera
sobre los que te suplican,
para que renueves lo que creaste
y conserves lo renovado
en estos que te alaban como autor y como guía.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración sobre las ofrendas
TE pedimos, Señor,
que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual
y nos transformes en oblación perenne.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual
y nos transformes en oblación perenne.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Cf. Sab 17, 20
Señor, nos diste el pan del cielo, lleno de toda delicia y grato a cualquier gusto.
O bien: Cf. Jn 6, 35
Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí no tendrá sed jamás, dice el Señor.
Señor, nos diste el pan del cielo, lleno de toda delicia y grato a cualquier gusto.
O bien: Cf. Jn 6, 35
Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí no tendrá sed jamás, dice el Señor.
Oración después de la comunión
A quienes has renovado con el don del cielo,
acompáñalos siempre con tu auxilio, Señor,
y, ya que no cesas de reconfortarlos,
haz que sean dignos de la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
acompáñalos siempre con tu auxilio, Señor,
y, ya que no cesas de reconfortarlos,
haz que sean dignos de la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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