SÁBADO
Invitatorio
Antífona
Laudes
LECTURA BREVE Rm 14, 7-9
Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos.
RESPONSORIO BREVE
R/. El Señor ha resucitado del sepulcro. *Aleluya, aleluya. El Señor.
V/. El que por nosotros colgó del madero. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. El Señor.
V/. El que por nosotros colgó del madero. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. El Señor.
Benedictus, ant. Yo os aseguro: Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo
dará. Aleluya.
PRECES
Antes de la Ascensión:
Oremos a Cristo, que nos ha manifestado la vida eterna, y digámosle confiados:
Que tu resurrección, Señor, nos haga crecer en gracia.
Pastor eterno, contempla con amor a tu pueblo, que se levanta ahora del descanso,
— y aliméntalo durante este día con el pan de tu palabra y tu eucaristía.
No permitas que el lobo o el pastor asalariado hagan estrago en nosotros,
— sino haznos escuchar siempre tu voz de buen pastor.
Tú que cooperas siempre con los pregoneros de tu Evangelio y confirmas su palabra con tu gracia,
— haz que durante este día proclamemos tu resurrección con nuestras palabras y con nuestra vida.
Sé tú mismo, Señor, nuestra alegría, la que nadie puede quitarnos
— y haz que, alejados de toda tristeza, fruto del pecado, tengamos hambre de poseer tu vida eterna.
Padre nuestro.
Mueve, Señor, nuestros corazones para que fructifiquen en buenas obras y, al tender siempre hacia lo mejor, concédenos vivir plenamente el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo.
_________________________________
Después de la Ascensión:
Alabemos y glorifiquemos a Cristo, que prometió que la fortaleza del Espíritu Santo descendería sobre los apóstoles, y digámosle suplicantes:
Envíanos, Señor, tu luz y tu verdad.
Tú que eres la Palabra de la verdad, la sabiduría y el reflejo de la gloria del Padre, envíanos tu luz y tu verdad,
— para que de palabra y de obra demos hoy testimonio de ti ante nuestros hermanos.
Haz que gustemos y valoremos los dones de tu Espíritu,
— para que nos apartemos de la muerte y alcancemos la vida y la paz.
Que tu Espíritu, Señor, venga en ayuda de nuestra debilidad,
— para que sepamos pedir lo que nos conviene.
Llénanos de tu amor y de tu sabiduría,
— para que podamos aconsejarnos unos a otros.
Padre nuestro.
Tu Hijo, Señor, después de subir al cielo, envió sobre los apóstoles el Espíritu Santo, que había prometido, para que penetraran en los misterios del reino; te pedimos que repartas también entre nosotros los dones de este mismo Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
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Oremos a Cristo, que nos ha manifestado la vida eterna, y digámosle confiados:
Que tu resurrección, Señor, nos haga crecer en gracia.
Pastor eterno, contempla con amor a tu pueblo, que se levanta ahora del descanso,
— y aliméntalo durante este día con el pan de tu palabra y tu eucaristía.
No permitas que el lobo o el pastor asalariado hagan estrago en nosotros,
— sino haznos escuchar siempre tu voz de buen pastor.
Tú que cooperas siempre con los pregoneros de tu Evangelio y confirmas su palabra con tu gracia,
— haz que durante este día proclamemos tu resurrección con nuestras palabras y con nuestra vida.
Sé tú mismo, Señor, nuestra alegría, la que nadie puede quitarnos
— y haz que, alejados de toda tristeza, fruto del pecado, tengamos hambre de poseer tu vida eterna.
Padre nuestro.
Oración
Mueve, Señor, nuestros corazones para que fructifiquen en buenas obras y, al tender siempre hacia lo mejor, concédenos vivir plenamente el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo.
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Después de la Ascensión:
Alabemos y glorifiquemos a Cristo, que prometió que la fortaleza del Espíritu Santo descendería sobre los apóstoles, y digámosle suplicantes:
Envíanos, Señor, tu luz y tu verdad.
Tú que eres la Palabra de la verdad, la sabiduría y el reflejo de la gloria del Padre, envíanos tu luz y tu verdad,
— para que de palabra y de obra demos hoy testimonio de ti ante nuestros hermanos.
Haz que gustemos y valoremos los dones de tu Espíritu,
— para que nos apartemos de la muerte y alcancemos la vida y la paz.
Que tu Espíritu, Señor, venga en ayuda de nuestra debilidad,
— para que sepamos pedir lo que nos conviene.
Llénanos de tu amor y de tu sabiduría,
— para que podamos aconsejarnos unos a otros.
Padre nuestro.
Oración
Tu Hijo, Señor, después de subir al cielo, envió sobre los apóstoles el Espíritu Santo, que había prometido, para que penetraran en los misterios del reino; te pedimos que repartas también entre nosotros los dones de este mismo Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
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Hora intermedia
Tercia
LECTURA BREVE Rm 5, 10-11
Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! Y no sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.
V/. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
R/. Y se ha aparecido a Simón. Aleluya.
R/. Y se ha aparecido a Simón. Aleluya.
Sexta
LECTURA BREVE 1Co 15, 20-22
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
V/. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya.
R/. Al ver al Señor. Aleluya.
R/. Al ver al Señor. Aleluya.
Nona
LECTURA BREVE 2Co 5, 14-15
Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.
V/. Quédate con nosotros, Señor. Aleluya.
R/. Porque atardece. Aleluya.
La oración como en Laudes.
R/. Porque atardece. Aleluya.
La oración como en Laudes.
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