JUEVES DENTRO DE LA OCTAVA DE PASCUA
Invitatorio
Ant. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
El salmo invitatorio como en el Ordinario.
Laudes
Las antífonas, los salmos y el cántico como en las Laudes del domingo de Resurrección.
LECTURA BREVE Rm 8, 10-11
Si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el
espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús
de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a
Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo
Espíritu que habita en vosotros.
En lugar del responsorio breve, se dice:
Ant. Éste es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Benedictus, ant. Jesús se puso en medio de sus discípulos y les dijo: «Paz a
vosotros». Aleluya.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo resucitado y siempre presente en su Iglesia, y
supliquémosle, diciendo:
Quédate con nosotros, Señor.
Señor Jesús, vencedor del pecado y de la muerte,
— permanece en medio de nosotros, tú que vives por los siglos de los siglos.
Señor, ven a nosotros con tu poder salvador
— y muéstranos la bondad de Dios Padre.
Señor, ayuda al mundo abrumado por las discordias,
— ya que tú solo tienes el poder de salvar y reconciliar.
Confírmanos en la fe de la victoria final,
— y arraiga en nosotros la esperanza de tu manifestación gloriosa.
Quédate con nosotros, Señor.
Señor Jesús, vencedor del pecado y de la muerte,
— permanece en medio de nosotros, tú que vives por los siglos de los siglos.
Señor, ven a nosotros con tu poder salvador
— y muéstranos la bondad de Dios Padre.
Señor, ayuda al mundo abrumado por las discordias,
— ya que tú solo tienes el poder de salvar y reconciliar.
Confírmanos en la fe de la victoria final,
— y arraiga en nosotros la esperanza de tu manifestación gloriosa.
Padre nuestro.
Oración
Oh Dios, que has reunido pueblos diversos en la confesión de tu nombre,
concede a los que han renacido en la fuente bautismal una misma fe en su
espíritu y una misma caridad en su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
En la despedida se dice:
V/. Podéis ir en paz. Aleluya, aleluya.
R/. Demos a gracias a Dios. Aleluya, aleluya.
Hora intermedia
SALMODIA
Antífona
Tercia: Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más. Aleluya.
Sexta: Fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. Aleluya.
Nona: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba. Aleluya.
En una de estas Horas se dice el siguiente salmo:
Salmo 118,17-24
III (Ghimel)
Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras;
ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu voluntad;
soy un forastero en la tierra:
no me ocultes tus promesas.
Mi alma se consume, deseando
continuamente tus mandamientos;
reprendes a los soberbios,
malditos los que se apartan de tus mandatos.
Aleja de mí las afrentas y el desprecio,
porque observo tus preceptos;
aunque los nobles se sienten a murmurar de mí,
tu siervo medita tus leyes;
tus preceptos son mi delicia,
tus decretos son mis consejeros.
y cumpliré tus palabras;
ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu voluntad;
soy un forastero en la tierra:
no me ocultes tus promesas.
Mi alma se consume, deseando
continuamente tus mandamientos;
reprendes a los soberbios,
malditos los que se apartan de tus mandatos.
Aleja de mí las afrentas y el desprecio,
porque observo tus preceptos;
aunque los nobles se sienten a murmurar de mí,
tu siervo medita tus leyes;
tus preceptos son mi delicia,
tus decretos son mis consejeros.
Salmo 29
I
I
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, Dios mío, a ti grité,
y tú me sanaste.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo.
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, Dios mío, a ti grité,
y tú me sanaste.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo.
II
Yo pensaba muy seguro:
«No vacilaré jamás.»
Tu bondad, Señor, me aseguraba
el honor y la fuerza;
pero escondiste tu rostro,
y quedé desconcertado.
A ti, Señor, llamé,
supliqué a mi Dios:
«¿Qué ganas con mi muerte,
con que yo baje a la fosa?
¿Te va a dar gracias el polvo,
o va a proclamar tu lealtad?
Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.»
Cambiaste mi luto en danzas,
me desataste el sayal y me has vestido de fiesta;
te cantará mi alma sin callarse.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.
«No vacilaré jamás.»
Tu bondad, Señor, me aseguraba
el honor y la fuerza;
pero escondiste tu rostro,
y quedé desconcertado.
A ti, Señor, llamé,
supliqué a mi Dios:
«¿Qué ganas con mi muerte,
con que yo baje a la fosa?
¿Te va a dar gracias el polvo,
o va a proclamar tu lealtad?
Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.»
Cambiaste mi luto en danzas,
me desataste el sayal y me has vestido de fiesta;
te cantará mi alma sin callarse.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.
Tercia
Ant. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más. Aleluya.
LECTURA BREVE 1Co 12,13
Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados
en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de
un solo Espíritu.
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Sexta
Ant. Fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. Aleluya.
LECTURA BREVE Tt 3, 5b-7
Dios nos ha salvado con el baño del segundo nacimiento y con la
renovación por el Espíritu Santo; Dios lo derramó copiosamente sobre nosotros
por medio de Jesucristo, nuestro Salvador. Así, justificados por su gracia,
somos, en esperanza, herederos de la vida eterna.
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Nona
Ant. Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba. Aleluya.
LECTURA BREVE Cf. Col 1, 12-14
Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la
herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las
tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre
hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.
V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Oración
Oh Dios, que has reunido pueblos diversos en la confesión de tu nombre,
concede a los que han renacido en la fuente bautismal una misma fe en su
espíritu y una misma caridad en su vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
Vísperas
Las antífonas, los salmos y el cántico como en las Vísperas del domingo de Resurrección.
LECTURA BREVE 1P 3, 18. 21b-22
Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los
culpables, para conducirnos a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como
poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Lo que actualmente os salva no
consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una
conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo, se le
sometieron ángeles, autoridades y poderes, y está a la derecha de Dios.
En lugar del responsorio breve, se dice:
Ant. Éste es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Magníficat, ant. Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Aleluya.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, que resucitó de entre los muertos el primero de todos,
y supliquémosle, diciendo:
Tú que has resucitado de entre los muertos, escucha, Señor, nuestra oración.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia santa, edificada sobre el cimiento de los apóstoles y extendida hasta los confines del mundo:
— que tus bendiciones abundantes se derramen sobre cuantos creen en ti.
Tú, Señor, que eres el médico de nuestros cuerpos y de nuestras almas,
— visítanos con tu amor y sálvanos.
Tú que experimentaste los dolores de la cruz y ahora estás lleno de gloria, —levanta y consuela a los enfermos y líbralos de sus sufrimientos.
Tú que anunciaste la resurrección a los que yacían en las tinieblas del abismo,
— libra a los prisioneros y oprimidos, y da pan a los hambrientos.
Tú, Señor, que en la cruz destruiste nuestra muerte y mereciste para todos el don de la inmortalidad,
— concede a nuestros hermanos difuntos la vida nueva de tu reino.
Tú que has resucitado de entre los muertos, escucha, Señor, nuestra oración.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia santa, edificada sobre el cimiento de los apóstoles y extendida hasta los confines del mundo:
— que tus bendiciones abundantes se derramen sobre cuantos creen en ti.
Tú, Señor, que eres el médico de nuestros cuerpos y de nuestras almas,
— visítanos con tu amor y sálvanos.
Tú que experimentaste los dolores de la cruz y ahora estás lleno de gloria, —levanta y consuela a los enfermos y líbralos de sus sufrimientos.
Tú que anunciaste la resurrección a los que yacían en las tinieblas del abismo,
— libra a los prisioneros y oprimidos, y da pan a los hambrientos.
Tú, Señor, que en la cruz destruiste nuestra muerte y mereciste para todos el don de la inmortalidad,
— concede a nuestros hermanos difuntos la vida nueva de tu reino.
Padre nuestro.
Oración
Oh Dios, que has reunido pueblos diversos en la confesión de tu nombre,
concede a los que han renacido en la fuente bautismal una misma fe en su
espíritu y una misma caridad en su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
En la despedida se dice:
V/. Podéis ir en paz. Aleluya, aleluya.
R/. Demos a gracias a Dios. Aleluya, aleluya.
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