MARTES
Laudes
LECTURA BREVE Jl 2, 12-13
Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.
RESPONSORIO BREVE
R/. Él me librará *De la red del cazador. Él me librará.
V/. Me cubrirá con sus plumas. *De la red del cazador. Gloria al Padre. Él me librará.
Benedictus, ant. No te digo, Pedro, que perdones hasta siete veces, sino
hasta setenta veces siete.
PRECES
Bendigamos a Cristo, pan vivo bajado del cielo, y digámosle:
Cristo, pan de las almas y salvación de los hombres, fortalece nuestra debilidad.
Señor, sacia nuestra hambre en el banquete de tu eucaristía
— y haz que participemos plenamente de los bienes de tu sacrificio pascual.
Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu palabra con un corazón noble
— y haz que perseveremos hasta dar fruto.
Que con nuestro trabajo, Señor, cooperemos contigo para mejorar el mundo,
— para que así, por la acción de tu Iglesia, crezca en él la paz.
Reconocemos, Señor, que hemos pecado;
— perdona nuestras faltas por tu gran misericordia.
Cristo, pan de las almas y salvación de los hombres, fortalece nuestra debilidad.
Señor, sacia nuestra hambre en el banquete de tu eucaristía
— y haz que participemos plenamente de los bienes de tu sacrificio pascual.
Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu palabra con un corazón noble
— y haz que perseveremos hasta dar fruto.
Que con nuestro trabajo, Señor, cooperemos contigo para mejorar el mundo,
— para que así, por la acción de tu Iglesia, crezca en él la paz.
Reconocemos, Señor, que hemos pecado;
— perdona nuestras faltas por tu gran misericordia.
Padre nuestro.
Oración
Señor, que tu gracia no nos abandone, para que, entregados plenamente
a tu servicio, sintamos sobre nosotros tu protección continua. Por nuestro
Señor Jesucristo.
Hora intermedia
Tercia
Ant. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas.
LECTURA BREVE Jl 2, 17
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: «Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles».
V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
R/. Renuévame por dentro con espíritu firme.
Sexta
Ant. «Por mi vida –oráculo del Señor-, no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta de su conducta y que viva».
LECTURA BREVE Jr 3, 25b
Pecamos contra el Señor, nuestro Dios; nosotros y nuestros padres, desde la juventud hasta el día de hoy; y no escuchamos la voz del Señor, nuestro Dios.
V/. Aparta de mi pecado tu vista.
R/. Borra en mí toda culpa.
Nona
Ant. Empuñando las armas de la justicia, hagámonos recomendables a Dios por nuestra paciencia.
LECTURA BREVE Is 58, 1-2a
Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonaste el mandato de Dios.
V/. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado.
R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias.
La oración como en Laudes.
Vísperas
LECTURA BREVE St 2, 14. 17. 18b
¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar? La fe, si no tiene obras, por sí sola está muerta. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.
RESPONSORIO BREVE
R/. Yo dije: *Señor, ten misericordia. Yo dije.
V/. Sáname, porque he pecado contra ti. *Señor, ten misericordia. Gloria al Padre. Yo dije.
Magníficat, ant. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual
no perdona de corazón a su hermano.
PRECES
A Cristo, el Señor, que nos mandó velar y orar a fin de no sucumbir en la
tentación, digámosle confiadamente:
Oh Señor, escucha y ten piedad.
Señor, tú que prometiste estar presente cuando tus discípulos se reúnen en tu nombre para orar,
— haz que oremos siempre unidos a ti en el Espíritu Santo, a fin de que tu reino llegue a todos los hombres.
Purifica de todo pecado a la Iglesia penitente
— y haz que viva siempre en la esperanza y el gozo del Espíritu Santo.
Amigo del hombre, haz que estemos siempre atentos, como tú nos mandaste, al bien del prójimo,
— para que la luz de tu amor brille a través de nosotros ante todos los hombres.
Rey pacífico, concede que tu paz reine en el mundo
— y que nosotros trabajemos sin cesar para conseguirla.
Tú que has muerto para que nosotros tengamos vida,
— da la vida eterna a los que han muerto.
Oh Señor, escucha y ten piedad.
Señor, tú que prometiste estar presente cuando tus discípulos se reúnen en tu nombre para orar,
— haz que oremos siempre unidos a ti en el Espíritu Santo, a fin de que tu reino llegue a todos los hombres.
Purifica de todo pecado a la Iglesia penitente
— y haz que viva siempre en la esperanza y el gozo del Espíritu Santo.
Amigo del hombre, haz que estemos siempre atentos, como tú nos mandaste, al bien del prójimo,
— para que la luz de tu amor brille a través de nosotros ante todos los hombres.
Rey pacífico, concede que tu paz reine en el mundo
— y que nosotros trabajemos sin cesar para conseguirla.
Tú que has muerto para que nosotros tengamos vida,
— da la vida eterna a los que han muerto.
Padre nuestro.
Oración
Señor, que tu gracia no nos abandone, para que, entregados plenamente
a tu servicio, sintamos sobre nosotros tu protección continua. Por nuestro
Señor Jesucristo.
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