JUEVES DESPUÉS DE CENIZA
Laudes
LECTURA BREVE Cf. 1R 8,51a.52-53a
Nosotros somos, Señor, tu pueblo y tu heredad. Ten los ojos abiertos
ante la súplica de tu siervo, ante la súplica de tu pueblo Israel, para
atendernos siempre que te invoquemos. Pues, entre todas las naciones del
mundo, tú nos apartaste como heredad.
RESPONSORIO BREVE
R/. Él me librará *De la red del cazador. Él me librará.
V/. Me cubrirá con sus plumas. *De la red del cazador. Gloria al Padre. Él me librará.
Benedictus, ant. «El que quiere venirse conmigo —dice el Señor—, que se
niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga».
PRECES
Celebremos la bondad de Dios, que por Cristo se reveló como Padre nuestro, y
digámosle de todo corazón:
Acuérdate, Señor, de que somos hijos tuyos.
Concédenos vivir con toda plenitud el misterio de la Iglesia,
— a fin de que nosotros y todos los hombres encontremos en ella un sacramento eficaz de salvación.
Padre, que amas a todos los hombres, haz que cooperemos al progreso de la comunidad humana
— y que en todo busquemos tu reino con nuestros esfuerzos.
Haz que tengamos hambre y sed de justicia
— y acudamos a nuestra fuente, que es Cristo, el cual entregó su vida para que fuéramos saciados.
Perdona, Señor, todos nuestros pecados
— y dirige nuestra vida por el camino de la sencillez y de la santidad.
Acuérdate, Señor, de que somos hijos tuyos.
Concédenos vivir con toda plenitud el misterio de la Iglesia,
— a fin de que nosotros y todos los hombres encontremos en ella un sacramento eficaz de salvación.
Padre, que amas a todos los hombres, haz que cooperemos al progreso de la comunidad humana
— y que en todo busquemos tu reino con nuestros esfuerzos.
Haz que tengamos hambre y sed de justicia
— y acudamos a nuestra fuente, que es Cristo, el cual entregó su vida para que fuéramos saciados.
Perdona, Señor, todos nuestros pecados
— y dirige nuestra vida por el camino de la sencillez y de la santidad.
Padre Nuestro.
Oración
Señor, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestras obras, para
que nuestro trabajo comience en ti, como en su fuente, y tienda a ti, como a
su fin. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia
Tercia
Ant. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas.
LECTURA BREVE Is 55,6-7
Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras está cerca;
que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al
Señor, y él tendrá piedad, a nuestro Dios, que es rico en perdón.
V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
R/. Renuévame por dentro con espíritu firme.
Sexta
Ant. «Por mi vida —oráculo del Señor—, no quiero la muerte del pecador, sino
que se convierta de su conducta y que viva.»
LECTURA BREVE Dt 30,2-3a
Te convertirás al Señor, tu Dios; escucharás su voz, lo que yo te mando
hoy, con todo el corazón y con toda el alma, tú y tus hijos. El Señor, tu Dios,
cambiará tu suerte compadecido de ti
V/. Aparta de mi pecado tu vista.
R/. Borra en mí toda culpa.
Nona
Ant. Empuñando las armas de la justicia, hagámonos recomendables a Dios por nuestra paciencia.
LECTURA BREVE Hb 10,35-36
No renunciéis a vuestra valentía, que tendrá una gran recompensa. Os
falta constancia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa.
V/. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado.
R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias.
La oración como en Laudes.
Vísperas
LECTURA BREVE St 4,7-8.10
Someteos a Dios y enfrentaos con el diablo, que huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. Pecadores, lavaos las manos; hombres indecisos, purificaos el corazón. Humillaos ante el Señor, que él os levantará.
RESPONSORIO BREVE
R/. Yo dije: *Señor, ten misericordia. Yo dije.
V/. Sáname, porque he pecado contra ti. *Señor, ten misericordia. Gloria al Padre. Yo dije.
Magníficat, ant. «El que pierda su vida por mí, la encontrará para siempre»,
dice el Señor.
PRECES
Celebremos la misericordia de Dios, que nos ilumina con la gracia del Espíritu
Santo para que nuestra vida resplandezca con obras de fe y santidad, y
supliquémosle, diciendo:
Renueva, Señor, al pueblo redimido por Cristo.
Señor, fuente y autor de toda santidad, haz que los obispos, presbíteros y diáconos, al participar de la mesa eucarística, se unan más plenamente a Cristo,
— para que vean renovada la gracia que les fue conferida por la imposición de manos.
Impulsa a tus fieles para que, con santidad de vida, participen activamente de la mesa de la palabra y del cuerpo de Cristo
— y vivan lo que han recibido por la fe y los sacramentos.
Concédenos, Señor, que reconozcamos la dignidad de todo hombre redimido con la sangre de tu Hijo
— y que respetemos su libertad y su conciencia.
Haz que todos los hombres sepan moderar sus deseos de bienes temporales
— y que atiendan a las necesidades de los demás.
Acuérdate, Señor, de todos los que has llamado hoy a la eternidad
— y concédeles el don de la eterna bienaventuranza.
Renueva, Señor, al pueblo redimido por Cristo.
Señor, fuente y autor de toda santidad, haz que los obispos, presbíteros y diáconos, al participar de la mesa eucarística, se unan más plenamente a Cristo,
— para que vean renovada la gracia que les fue conferida por la imposición de manos.
Impulsa a tus fieles para que, con santidad de vida, participen activamente de la mesa de la palabra y del cuerpo de Cristo
— y vivan lo que han recibido por la fe y los sacramentos.
Concédenos, Señor, que reconozcamos la dignidad de todo hombre redimido con la sangre de tu Hijo
— y que respetemos su libertad y su conciencia.
Haz que todos los hombres sepan moderar sus deseos de bienes temporales
— y que atiendan a las necesidades de los demás.
Acuérdate, Señor, de todos los que has llamado hoy a la eternidad
— y concédeles el don de la eterna bienaventuranza.
Padre nuestro.
Oración
Señor, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestras obras, para
que nuestro trabajo comience en ti, como en su fuente, y tienda a ti, como a
su fin. Por nuestro Señor Jesucristo.
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