Diurnal - 21 de diciembre

Tiempo de Adviento

21 DE DICIEMBRE

Laudes

Se dicen las antífonas asignadas a la feria con la cual coincida este día 21, tal como vienen indicadas en el Salterio.

LECTURA BREVE            Is 7,14b-15


Mirad: la Virgen está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (que significa «Dios-con-nosotros»). Comerá requesón con miel, hasta que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien.

RESPONSORIO BREVE

R/. Sobre ti, Jerusalén, * Amanecerá el Señor. Sobre ti.
V/. Su gloria aparecerá sobre ti. * Amanecerá el Señor. Gloria al Padre. Sobre ti.

Benedictus, ant. No temáis, dentro de cinco días vendrá a vosotros el Señor.

PRECES

Oremos, hermanos, a nuestro Señor Jesucristo, que en su misericordia nos visita, y digámosle con insistencia:

Ven, Señor Jesús.

Tú que viniste del seno del Padre para revestirte de nuestra carne mortal,
— libra de toda corrupción a nuestra naturaleza caída.

Tú que cuando vengas al final de los tiempos aparecerás glorioso entre tus elegidos,
— al venir ahora muéstrate clemente y compasivo con los pecadores.

Nuestra gloria, oh Cristo, es alabarte;
— visítanos, pues, con tu salvación.

Tú que por la fe nos has llevado a la luz,
— haz que te agrademos también con nuestras obras.

Padre nuestro.

Oración

Escucha, Señor, la oración de tu pueblo, alegre por la venida de tu Hijo en carne mortal, y haz que cuando vuelva en su gloria, al final de los tiempos, podamos alegrarnos de escuchar de sus labios la invitación a poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hora intermedia

Tercia

Ant. Los profetas anunciaron que el Salvador nacería de la Virgen María. 

LECTURA BREVE          Cf. Is 2,11

Los ojos orgullosos serán humillados, será doblegada la arrogancia humana; sólo el Señor será ensalzado aquel día

V/. Los gentiles temerán tu nombre, Señor.
R/. Los reyes del mundo, tu gloria.

Sexta

Ant. El ángel Gabriel dijo a María: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres».

LECTURA BREVE           Is 12, 2

El Señor es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.

V/. Acuérdate de nosotros, Señor, por amor a tu pueblo.
R/. Visítanos con tu salvación.

Nona

Ant. Dijo María: «¿Qué saludo es éste que me turba? ¿Voy a dar a luz al Rey sin romper los sellos de mi virginidad?»

LECTURA BREVE          Dn 9,19

Escucha, Señor; perdona, Señor; atiende, Señor; actúa sin tardanza, Dios mío, por tu honor. Por tu ciudad y tu pueblo, que llevan tu nombre.

V/. Ven, Señor, y no tardes.
R/. Perdona los pecados de tu pueblo.

La oración como en Laudes.

Vísperas

Se dicen las antífonas asignadas a la feria con la cual coincida este día 20, tal como vienen indicadas en el Salterio.

LECTURA BREVE            1Co 4,5

No juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.

RESPONSORIO BREVE

R/. Despierta tu poder y ven a salvarnos, * Señor Dios de los ejércitos. Despierta.
V/. Que brille tu rostro y nos salve. * Señor Dios de los ejércitos. Gloria al Padre. Despierta.

Magníficat, ant.  Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

PRECES

Roguemos, amados hermanos, a Jesucristo, que nos salvó de la tiniebla de nuestros pecados, y con humildad invoquémosle, diciendo:

Ven, Señor Jesús.

Congrega, Señor, a todos los pueblos de la tierra
— y establece con todos tu alianza eterna.

Cordero de Dios, que viniste para quitar el pecado del mundo,
— purifícanos de nuestras faltas y pecados.

Tú que viniste a salvar lo que se había perdido,
— ven de nuevo para que no perezcan los que salvaste.

Cuando vengas, danos parte en tu gozo eterno,
— pues ya desde ahora en ti hemos puesto nuestra fe.

Tú que has de venir a juzgar a los vivos y a los muertos,
— recibe, entre tus elegidos, a nuestros hermanos difuntos.

Padre nuestro.

Oración

Escucha, Señor, la oración de tu pueblo, alegre por la venida de tu Hijo en carne mortal, y haz que cuando vuelva en su gloria, al final de los tiempos, podamos alegrarnos de escuchar de sus labios la invitación a poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.

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