Diurnal - Domingo II de Adviento

Tiempo de Adviento

DOMINGO II DE ADVIENTO

En vez de las antífonas para los cánticos de la Virgen María (Magníficat) y de Zacarías (Benedictus) que figuran en el siguiente formulario, pueden usarse las antífonas de libre elección que se hallan en el Apéndice IV.

Semana II del Salterio

I Vísperas

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del domingo de la semana II.

LECTURA BREVE      1Ts 5,23-24

Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.

RESPONSORIO BREVE

R/. Muéstranos, Señor, * Tu misericordia. Muéstranos.
V/. Danos tu salvación. * Tu misericordia. Gloria al padre. Muéstranos.

Magníficat, ant. Ven, Señor, y danos tu paz; tu visita nos retornará a la rectitud y podremos alegrarnos en tu presencia.

PRECES

Oremos, hermanos, a Cristo, el Señor, que nació de la Virgen María, y digámosle:

Ven, Señor Jesús.

Hijo unigénito de Dios, que has de venir al mundo como mensajero de la alianza,
—haz que el mundo te reciba y te reconozca.

Tú que, engendrado en el seno del Padre, quisiste hacerte hombre en el seno de María,
—líbranos de la corrupción de la carne.

Tú que, siendo la vida, quisiste experimentar la muerte,
—no permitas que la muerte pueda dañar a tu pueblo.

Tú que, en el día del juicio, traerás contigo la recompensa,
—haz que tu amor sea entonces nuestro premio.

Señor Jesucristo, que por tu muerte socorriste a los muertos,
—escucha las súplicas que te dirigimos por nuestros difuntos.

Padre nuestro.

Oración

Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que los impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

Invitatorio

Ant.  Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle.

El salmo invitatorio como en el Ordinario.

Laudes

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del domingo de la semana II.

LECTURA BREVE          Rm 13,11b-12

Ya es hora de despertarnos del sueño, por que ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz.

RESPONSORIO BREVE

R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, * Ten piedad de nosotros. Cristo.
V/. Tú que has de venir al mundo, * Ten piedad de nosotros. Gloria al Padre. Cristo.

Benedictus, ant. Mirad, yo envío mi mensajero para que prepare mi camino ante ti.

PRECES

Roguemos, hermanos, al Señor Jesús, juez de vivos y muertos, y digámosle:

Ven, Señor Jesús.

Señor Jesucristo, que viniste a salvar a los pecadores,
—líbranos de caer en la tentación.

Tú que vendrás con gloria para juzgar a tu pueblo,
—muestra en nosotros tu poder salvador.

Ayúdanos a cumplir con fortaleza de espíritu los preceptos de tu ley,
—para que podamos esperar tu venida sin temor.

Tú que eres bendito por los siglos,
—concédenos por tu misericordia, que, llevando ya desde ahora una vida sobria y religiosa, esperemos con gozo tu gloriosa aparición.

Padre nuestro.

Oración

Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que los impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hora intermedia

Tercia

Ant. Los profetas anunciaron que el Salvador nacería de la Virgen María.

LECTURA BREVE                Rm 13,13-14a

Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo.

V/. Los gentiles temerán tu nombre, Señor.
R/. Los reyes del mundo, tu gloria.

Sexta

Ant. El ángel Gabriel dijo a María: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres».

LECTURA BREVE           1Ts 3,12-13

Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.

V/. Acuérdate de nosotros, Señor, por amor a tu pueblo.
R/. Visítanos con tu salvación.

Nona

Ant. Dijo María: «¿Qué saludo es éste que me turba? ¿Voy a dar a luz al Rey sin romper los sellos de mi virginidad?»

LECTURA BREVE                 Cf. 2Ts 1,6.7.10

Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de su pueblo santo y la admiración de todos los creyentes.

V/. Ven, Señor, y no tardes.
R/. Perdona los pecados de tu pueblo.

La oración como en Laudes.

II Vísperas

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del domingo de la semana II.

LECTURA BREVE                 Flp 4,4-5

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.

RESPONSORIO BREVE

V/. Muéstranos, Señor, * Tu misericordia. Muéstranos.
R/. Danos tu salvación. * Tu misericordia. Gloria al Padre. Muéstranos.

Magníficat, ant. ¡Dichosa tú, María, que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. Aleluya.

PRECES

Oremos, hermanos, a Cristo, el Señor, que viene a salvar a todos los hombres, y digámosle confiadamente:

Ven, Señor Jesús.

Señor Jesucristo, que por el misterio de la encarnación manifestaste al mundo la gloria de tu divinidad,
—vivifica al mundo con tu venida.

Tú que participaste de nuestra debilidad,
—concédenos tu misericordia.

Tú que viniste humildemente para salvar al mundo de sus pecados,
—cuando vuelvas de nuevo con gloria y majestad, absuélvenos de todas las culpas.

Tú que lo gobiernas todo con tu poder,
—ayúdanos, por tu bondad, a alcanzar la herencia eterna.

Tú que estás sentado a la derecha del Padre,
—alegra con la visión de tu rostro a nuestros hermanos difuntos.

Padre nuestro.

Oración

Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario