Diurnal - Miércoles Santo

Tiempo de Cuaresma

MIÉRCOLES SANTO

Laudes

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del miércoles de la semana II.

LECTURA BREVE          Is 50, 5-7

El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

RESPONSORIO BREVE 

R/. Nos has comprado, Señor, *Con tu sangre. Nos has comprado. 
V/. De toda raza, lengua, pueblo y nación. *Con tu sangre. Gloria al Padre. Nos has comprado. 

Benedictus, ant. La sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo. 

PRECES 

Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redimió con su muerte y resurrección, y supliquémosle, diciendo: 

Señor, ten piedad de nosotros. 

Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria, 
—conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna. 

Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado, 
—sana nuestras heridas. 

Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida, 
—haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol. 

Tú que, clavado en la cruz perdonaste al ladrón arrepentido, 
—perdónanos también a nosotros, pecadores. 

Padre nuestro. 

Oración

Oh Dios, que, para librarnos del poder del enemigo, quisiste que tu Hijo muriera en la cruz, concédenos alcanzar la gracia de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.  


Hora intermedia

Tercia 

Ant. Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo. 

LECTURA BREVE          1Tm 2, 4-6

Dios, nuestro Salvador, quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: éste es el testimonio en el tiempo apropiado.

V/. Se humillaba voluntariamente. 
R/. Y no abría la boca. 

Sexta 

Ant. Igual que el Padre me conoce, yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas. 

LECTURA BREVE          Rm 15, 3

Cristo no buscó su propia satisfacción; al contrario, como dice la Escritura: «Las afrentas con que te afrentaban cayeron sobre mí».

V/. Él soportó nuestros sufrimientos. 
R/. Y aguantó nuestras rebeliones. 
  
Nona 

Ant. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir; yo he de gloriarme en la cruz de mi Señor Jesucristo. 

LECTURA BREVE          Hb 9, 28

Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para salvarlos.

V/. Adoremos el signo de la cruz. 
R/. Por el que recibimos la salvación.

La oración como en Laudes.


Vísperas

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del miércoles de las semana II.

LECTURA BREVE               Ef 4, 32-5, 2

Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo. Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor, como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor.

RESPONSORIO BREVE 

R/. Te adoramos, oh Cristo, *Y te bendecimos. Te adoramos. 
V/. Porque con tu cruz has redimido al mundo. *Y te bendecimos. Gloria al Padre. Te adoramos. 

Magníficat, ant. El Maestro dice: «Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos». 

PRECES 

Adoremos al Salvador de los hombres, que, muriendo, destruyó nuestra muerte y, resucitando, restauró la vida, y digámosle humildemente: 

Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre. 

Redentor nuestro, concédenos que, por la penitencia, nos unamos más plenamente a tu pasión, 
—para que consigamos la gloria de la resurrección. 

Concédenos la protección de tu Madre, consuelo de los afligidos, 
—para que podamos confortar a los que están atribulados, mediante el consuelo con que tú nos confortas. 

Haz que tus fieles participen en tu pasión mediante los sufrimientos de su vida, 
—para que se manifiesten en ellos los frutos de tu salvación. 

Tú que te humillaste, haciéndote obediente hasta la muerte y una muerte de cruz, 
—enseña a tus fieles a ser obedientes y a tener paciencia. 

Haz que los difuntos sean transformados a semejanza de tu cuerpo glorioso, 
—y a nosotros danos un día parte en su felicidad. 

Padre nuestro. 

Oración

Oh Dios, que, para librarnos del poder del enemigo, quisiste que tu Hijo muriera en la cruz, concédenos alcanzar la gracia de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo. 

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