RITO DE CONCLUSIÓN
154. En este momento se hacen, si es necesario y con brevedad, los oportunos anuncios o advertencias al pueblo.
155. Después tiene lugar la despedida. El sacerdote extiende las manos hacia el pueblo y dice:
El Señor esté con vosotros.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:
La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo X y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
El pueblo responde:
En algunas ocasiones y en determinadas misas rituales puede darse una de la bendiciones solemnes o de las oraciones sobre el pueblo.
El Obispo, para bendecir al pueblo, usa el siguiente formulario, a no ser que prefiera utilizar una de las bendiciones solemnes o una de las oraciones sobre el pueblo.
V/. Bendito se al nombre del Señor.
R/. Ahora y por todos los siglos.
V/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/. Que hizo el cielo y la tierra.
V/. La bendición de Dios todopoderoso,
PaXdre, HiXjo y Espíritu X Santo,
descienda sobre vosotros.
R/. Amén.
156. Luego el diácono, o el mismo sacerdote, con las manos juntas, despide al pueblo con una de las fórmulas siguientes:
Podéis ir en paz.
O bien:
La alegría del Señor sea nuestra fuerza.
Podéis ir en paz.
O bien:
Glorificad al Señor con su vida.
Podéis ir en paz.
O bien:
En el nombre del Señor,
podéis ir en paz.
O bien, especialmente en los domingos de Pascua:
Anunciad a todos la alegría del Señor resucitado.
Podéis ir en paz.
El pueblo responde:
Demos gracias a Dios.
157. Después el sacerdote besa con veneración el altar, como al comienzo, y, hecha la debida reverencia con los ministros, se retira a la sacristía.
158. Si sigue inmediatamente otra acción litúrgica, se omite el rito de despedida.
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