Leccionario III (par) - Miércoles de la XVIII semana del tiempo ordinario

TIEMPO ORDINARIO

MIÉRCOLES DE LA XVIII SEMANA
DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Jer 31, 1-7
Con amor eterno te amé

Lectura del libro de Jeremías.

EN aquel tiempo —oráculo del Señor—,
seré el Dios de todas las tribus de Israel,
y ellas serán mi pueblo.
Esto dice el Señor:
«Encontró mi favor en el desierto
el pueblo que escapó de la espada;
Israel camina a su descanso.
El Señor se le apareció de lejos:
Con amor eterno te amé,
por eso prolongué mi misericordia para contigo.
Te construiré, serás reconstruida,
doncella capital de Israel;
volverás a llevar tus adornos,
bailarás entre corros de fiesta.
Volverás a plantar viñas
allá por los montes de Samaría;
las plantarán y vendimiarán.
“Es de día” gritarán los centinelas
arriba, en la montaña de Efraín:
“En marcha, vayamos a Sion,
donde está el Señor nuestro Dios”».
Porque esto dice el Señor:
«Gritad de alegría por Jacob,
regocijaos por la flor de los pueblos;
proclamad, alabad y decid:
¡El Señor ha salvado a su pueblo,
ha salvado al resto de Israel!».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial 
Jer 31, 10. 11-12ab. 13 (R/.: cf. 10d)
R/.   El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.

        V/.   Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
                 anunciadla en las islas remotas:
                 «El que dispersó a Israel lo reunirá,
                 lo guardará como un pastor a su rebaño».   R/.

        V/.   «Porque el Señor redimió a Jacob,
                 lo rescató de una mano más fuerte».
                 Vendrán con aclamaciones a la altura de Sion,
                 afluirán hacia los bienes del Señor.   R/.

        V/.   Entonces se alegrará la doncella en la danza,
                 gozarán los jóvenes y los viejos;
                 convertiré su tristeza en gozo,
                 los alegraré y aliviaré sus penas.   R/.


Aleluya
Lc 7, 16
R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.

V/.   Un gran Profeta ha surgido entre nosotros.
        Dios ha visitado a su pueblo.   R/.

EVANGELIO
Mt 15, 21-28
Mujer, qué grande es tu fe
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, Jesús se retiró a la región de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:
«Ten compasión de mí, Señor Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo».
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle:
«Atiéndela, que viene detrás gritando».
Él les contestó:
«Solo he sido enviado a las ovejas descarriadas de Israel».
Ella se acercó y se postró ante él diciendo:
«Señor, ayúdame».
Él le contestó:
«No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos».
Pero ella repuso:
«Tienes razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos».
Jesús le respondió:
«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas».
En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor.


© Conferencia Episcopal Española

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