II DOMINGO DE PASCUA
o de la Divina Misericordia
o de la Divina Misericordia
Antífona de entrada 1 Pe 2, 2
Como niños recién nacidos, ansiad la leche espiritual, no adulterada, para que con ella vayáis progresando en la salvación. Aleluya.
O bien: 4 Esd 2, 36-37
Alegraos en vuestra gloria, dando gracias a Dios, que os ha llamado al reino celestial. Aleluya.
Se dice Gloria.
Oración colecta
DIOS de misericordia infinita,
que reanimas, con el retorno anual de las fiestas de Pascua,
la fe del pueblo a ti consagrado,
acrecienta en nosotros los dones de tu gracia,
para que todos comprendan mejor
qué bautismo nos ha purificado,
qué Espíritu nos ha hecho renacer
y qué sangre nos ha redimido.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
que reanimas, con el retorno anual de las fiestas de Pascua,
la fe del pueblo a ti consagrado,
acrecienta en nosotros los dones de tu gracia,
para que todos comprendan mejor
qué bautismo nos ha purificado,
qué Espíritu nos ha hecho renacer
y qué sangre nos ha redimido.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
Oración sobre las ofrendas
RECIBE, Señor, las ofrendas de tu pueblo
[y de los recién bautizados],
para que, renovados por la confesión de tu nombre
y por el bautismo,
consigamos la eterna bienaventuranza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio pascual I: en este día.
Indicaciones para el uso de las plegarias eucarísticas I, II y III en la misma página del prefacio.
[y de los recién bautizados],
para que, renovados por la confesión de tu nombre
y por el bautismo,
consigamos la eterna bienaventuranza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio pascual I: en este día.
Indicaciones para el uso de las plegarias eucarísticas I, II y III en la misma página del prefacio.
Antífona de comunión Cf. Jn 20, 27
Trae tu mano y métela en el agujero de los clavos: y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya.
Oración después de la comunión
CONCÉDENOS, Dios todopoderoso,
que el sacramento pascual recibido
permanezca siempre en nuestros corazones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Para la bendición final de la misa, conviene que el sacerdote use la fórmula de bendición solemne para la misa de la Vigilia pascual.
Para despedir al pueblo, se canta:
Podéis ir en paz, aleluya, aleluya.
Y todos responden:
Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
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