Misal Romano (tercera edición) - IV Domingo de Cuaresma

PROPIO DEL TIEMPO: CUARESMA

IV DOMINGO DE CUARESMA


En esta misa se puede usar color morado o rosa, se admite el uso de instrumentos musicales y se puede adornar con flores el altar. 

Este domingo se celebra el segundo escrutinio preparatorio al bautismo para los catecúmenos que en la Vigilia pascual serán admitidos a los sacramentos de la Iniciación cristiana, con oraciones e intercesiones propias.

Antífona de entrada          Cf. Is 66, 10-11
Alégrate, Jerusalén, reuníos todos los que la amáis, regocijaos los que estuvisteis tristes para que exultéis; mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos.

No se dice Gloria.

Oración colecta
OH, Dios, que, por tu Verbo,
realizas de modo admirable
la reconciliación del género humano,
haz que el pueblo cristiano
se apresure, con fe gozosa y entrega diligente,
a celebrar las próximas fiestas pascuales.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Se dice Credo.

Oración sobre las ofrendas
SEÑOR, al ofrecerte alegres
los dones de la eterna salvación,
te rogamos nos ayudes
a celebrarlos con fe verdadera
y a saber ofrecértelos de modo adecuado
por la salvación del mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Cuando no se lee el Evangelio del ciego de nacimiento, se utiliza el prefacio I o II de Cuaresma.

Prefacio

EL CIEGO DE NACIMIENTO

Texto musicalizado en Apéndice I.

V/.   El Señor esté con vosotros. R/.

V/.   Levantemos el corazón. R/.

V/.   Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/.

EN verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.

El cual, por el misterio de la encarnación,
condujo al género humano,
peregrino en tinieblas,
al esplendor de la fe;
y a los que nacieron esclavos del pecado
los hizo renacer por el bautismo,
transformándolos en tus hijos adoptivos.

Por eso, Señor, tus criaturas del cielo y de la tierra
te adoran cantando un cántico nuevo,
y también nosotros, con todo el ejército de los ángeles,
te aclamamos por siempre diciendo:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

Antífona de comunión          

Cuando se lee el Evangelio del ciego de nacimiento:           Cf. Jn 9, 11. 38
El Señor untó mis ojos: fui, me lavé, vi y creí en Dios.

Cuando se lee el Evangelio del hijo pródigo:          Cf. Lc 15, 32
Deberías alegrarse, hijo, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado.

Cuando se lee otro Evangelio:           Cf. Sal 121, 3-4
Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, a celebrar tu nombre, Señor.

Oración después de la comunión
OH, Dios,
luz que alumbras a todo hombre
que viene a este mundo,
ilumina nuestros corazones con la claridad de tu gracia,
para que seamos capaces
de pensar siempre, y de amar con sinceridad,
lo que es digno y grato a tu grandeza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre el pueblo
DEFIENDE, Señor, a los que te suplican,
fortalece a los débiles,
vivifica siempre con tu luz a los que caminan
en sombras de muerte,
y, libres de todo mal por tu compasión,
concédeles llegar a los bienes definitivos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.


© Conferencia Episcopal Española

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