208. El Espíritu de Jesús es el autor principal de la oración de la Iglesia; confiados en su inspiración interior, elevemos al Padre nuestra oración.
- Por la santa Iglesia: para que en toda palabra y obra sea testigo claro del Señor Jesús en quien cree y espera. Roguemos al Señor.
- Por la ciudad (el pueblo) en que vivimos: para que el Señor nos dé a todos fuerza e ilusión para ir creando verdaderas relaciones humanas en un mundo dominado por la prisa y la ansiedad. Roguemos al Señor.
- Por nuestras familias: para que crezca en ellas el sentido de la hospitalidad y de la comunión en el amor, y se conviertan, de tal forma, en lugar privilegiado de crecimiento en la esperanza. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, reunidos en esta celebración: para que sepamos interrogarnos ante Dios y los hermanos sobre nuestras incoherencias, y hagamos de la comunidad eucarística una familia verdadera. Roguemos al Señor.
Concédenos, Padre, el don de sabiduría, y haz que tu Iglesia sea signo concreto de la humanidad nueva, fundada en la libertad y la comunión fraterna. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
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