LUNES
Laudes
LECTURA BREVE Ex 19, 4-6a
Ya habéis visto cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a
mí. Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros
seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la
tierra; seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.
RESPONSORIO BREVE
R/. Él me librará *De la red del cazador. Él me librará.
V/. Me cubrirá con sus plumas. *De la red del cazador. Gloria al Padre. Él me librará.
Benedictus, ant. «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo», dice el
Señor.
PRECES
Alabemos a Dios, nuestro Padre, que nos concede ofrecerle el sacrificio de
alabanza cuaresmal, y supliquémosle, diciendo:
Ilumínanos, Señor, con tu palabra.
Dios todopoderoso y compasivo, concédenos el espíritu de oración y de penitencia,
— y danos un verdadero deseo de amarte a ti y a nuestros hermanos.
Concédenos ser constructores de tu reino, para que, recapituladas en Cristo todas las cosas,
— abunde la justicia y la paz en toda la tierra.
Haz que sepamos descubrir la bondad y hermosura de tu creación,
— para que su belleza se haga alabanza en nuestros labios.
Perdónanos por haber ignorado la presencia de Cristo en los pobres, los sencillos y los marginados,
— y por no haber atendido a tu Hijo en estos hermanos nuestros.
Ilumínanos, Señor, con tu palabra.
Dios todopoderoso y compasivo, concédenos el espíritu de oración y de penitencia,
— y danos un verdadero deseo de amarte a ti y a nuestros hermanos.
Concédenos ser constructores de tu reino, para que, recapituladas en Cristo todas las cosas,
— abunde la justicia y la paz en toda la tierra.
Haz que sepamos descubrir la bondad y hermosura de tu creación,
— para que su belleza se haga alabanza en nuestros labios.
Perdónanos por haber ignorado la presencia de Cristo en los pobres, los sencillos y los marginados,
— y por no haber atendido a tu Hijo en estos hermanos nuestros.
Padre Nuestro.
Oración
Señor, Padre santo, que para nuestro bien espiritual nos mandaste
dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a librarnos de la
seducción del pecado y a entregarnos al cumplimiento filial de tu santa ley. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia
Tercia
Ant. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas.
LECTURA BREVE Sb 11, 23-24a
Te compadeces de todos, Señor, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los pecados de los hombres, para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has creado.
V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
R/. Renuévame por dentro con espíritu firme.
Sexta
Ant. «Por mi vida —oráculo del Señor—, no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta de su conducta y que viva».
LECTURA BREVE Ez 18, 23
«¿Acaso quiero yo la muerte del malvado –oráculo del Señor-, y no que se convierta de su conducta y que viva?»
V/. Aparta de mi pecado tu vista.
R/. Borra en mí toda culpa.
Nona
Ant. Empuñando las armas de la justicia, hagámonos recomendables a Dios por nuestra paciencia.
LECTURA BREVE Is 58, 6a.7
El ayuno que yo quiero es éste: Partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.
V/. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado.
R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias.
La oración como en Laudes.
Vísperas
LECTURA BREVE Rm 12, 1-2
Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.
RESPONSORIO BREVE
R/. Yo dije: *Señor, ten misericordia. Yo dije.
V/. Sáname, porque he pecado contra ti. *Señor, ten misericordia. Gloria al Padre. Yo dije.
Magníficat, ant. «No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como
juzguéis vosotros», dice el Señor.
PRECES
Bendigamos a Dios, nuestro Padre, que, por boca de su Hijo, prometió
escuchar la oración de los que se reúnen en su nombre, y, confiados en
esta promesa, supliquémosle, diciendo:
Escucha a tu pueblo, Señor.
Señor, tú que en la montaña del Sinaí diste a conocer tu ley por medio de Moisés y la perfeccionaste luego por Cristo,
— haz que todos los hombres descubran que tienen inscrita esta ley en el corazón y que deben guardarla como una alianza.
Concede a los superiores fraternal solicitud hacia los que les han sido confiados,
— y a los súbditos espíritu de obediente colaboración.
Fortalece el espíritu y el corazón de los misioneros
— y suscita en todas partes colaboradores de su obra.
Que los niños crezcan en gracia y en edad,
— y que los jóvenes se abran con sinceridad a tu amor.
Acuérdate de nuestros hermanos que ya duermen el sueño de la paz
— y dales parte en la vida eterna.
Escucha a tu pueblo, Señor.
Señor, tú que en la montaña del Sinaí diste a conocer tu ley por medio de Moisés y la perfeccionaste luego por Cristo,
— haz que todos los hombres descubran que tienen inscrita esta ley en el corazón y que deben guardarla como una alianza.
Concede a los superiores fraternal solicitud hacia los que les han sido confiados,
— y a los súbditos espíritu de obediente colaboración.
Fortalece el espíritu y el corazón de los misioneros
— y suscita en todas partes colaboradores de su obra.
Que los niños crezcan en gracia y en edad,
— y que los jóvenes se abran con sinceridad a tu amor.
Acuérdate de nuestros hermanos que ya duermen el sueño de la paz
— y dales parte en la vida eterna.
Padre nuestro.
Oración
Señor, Padre santo, que para nuestro bien espiritual nos mandaste
dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a librarnos de la
seducción del pecado y a entregarnos al cumplimiento filial de tu santa ley. Por
nuestro Señor Jesucristo.
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