Diciembre
28 de diciembre
LOS SANTOS INOCENTES, MÁRTIRES
Fiesta
Cristo se salvó de la persecución de Herodes por la matanza de unos niños inocentes, que la Iglesia venera desde siempre.
Invitatorio
Ant. Venid, adoremos a Cristo, recién nacido, que ha coronado a los mártires
Inocentes.
El salmo invitatorio como en el Ordinario.
Laudes
HINNO
I
Tanto al tirano le place
hacer de su orgullo ley,
que por deshacer a un Rey
un millar de reyes hace.
Hace reyes de excelencia
con cabezas coronadas,
pues son coronas logradas
el martirio y la inocencia.
Con los niños desvalidos
hace de su fuerza alarde
y, como es sólo un cobarde,
no espera a verlos crecidos.
Por matar a un enemigo
siembra de sangre Belén,
y en Belén, casa del trigo,
no muere un Rey, nacen cien.
Y así su cólera loca
no puede implantar su ley,
pues quiere matar a un Rey
y corona a cuantos toca.
La furia del mal así
no puede vencer jamás.
pues, cuando me hiere a mí,
estás tú, Señor, detrás.
Estás para convertir
en corona cada muerte,
para decirnos que el fuerte
es el que sabe morir. Amén.
II
Oye, ansioso y turbado, el rey tirano
que ha nacido en Belén el Rey de reyes,
el que viene a cambiar todas las leyes
y a remover el corazón humano.
Con la nueva, exclamó loco de saña:
«Si este pequeño vive, soy depuesto.
Ministro, empuña el sable, vete presto.
Las cunas con la sangre riega y baña.»
¿Qué aprovecha delito tan extraño?
¿De qué sirven a Herodes sus maldades?
Ejemplo son de tantas crueldades
en que el hombre se ciega haciendo daño.
Jesús, tú que escapaste de su espada,
ayuda a quienes hoy huir no pueden,
no dejes que los hombres hoy se queden
hundidos en violencia despiadada.
Sabes, Señor, que a Herodes todavía
llevan los hombres en el corazón;
convierte, Cristo, esta violencia mía
en pacífica siembra de tu amor. Amén.
Ant. 1. «Caminarán conmigo, porque son dignos», dice el Señor.
Los salmos y el cántico, del domingo de la semana I.
Ant. 2. Los niños alaban al Señor; muertos proclaman lo que en la vida no
pudieron decir.
Ant. 3. De la boca de los niños de pecho has sacado una alabanza contra tus enemigos.
LECTURA BREVE Jr 31, 15
Una voz se escucha en Ramá: gemidos y llanto amargo: Raquel está llorando a sus hijos, y no se consuela, porque ya no existen.
RESPONSORIO BREVE
R/. Los santos y los justos * Viven eternamente. Los santos.
V/. Reciben de Dios su recompensa. * Viven eternamente. Gloria al Padre. Los santos.
V/. Reciben de Dios su recompensa. * Viven eternamente. Gloria al Padre. Los santos.
Benedictus, ant. Niños inocentes murieron por Cristo. Por orden de un rey
cruel, fueron ejecutados niños de pecho. Ahora siguen al Cordero sin mancha
y cantan sin cesar: «Gloria a ti, Señor».
PRECES
Celebremos la gloria de Cristo, que, sin escuadrones de hombres armados,
sino sólo con una blanca milicia de niños, venció al tirano, y aclamemos:
Te ensalza, Señor, el blanco ejército de los mártires.
Cristo, de quien los Inocentes, no de palabra, sino con su sangre, dieron testimonio,
— concédenos confesarte, de palabra y de obra, ante los hombres.
Tú que hiciste dignos del laurel de la victoria a los que aún no estaban preparados para la lucha,
— no nos dejes caer a los que hemos recibido tanta ayuda para vencer.
Tú que lavaste con tu sangre los vestidos de los Inocentes,
— líbranos de todo pecado.
Tú que has colocado a los niños los primeros en el reino de los cielos,
— no nos excluyas del banquete eterno.
Tú que en la infancia sufriste persecución y destierro,
— guarda a los niños que hoy sufren por el hambre, la guerra o la injusticia de los mayores.
Padre nuestro.
Te ensalza, Señor, el blanco ejército de los mártires.
Cristo, de quien los Inocentes, no de palabra, sino con su sangre, dieron testimonio,
— concédenos confesarte, de palabra y de obra, ante los hombres.
Tú que hiciste dignos del laurel de la victoria a los que aún no estaban preparados para la lucha,
— no nos dejes caer a los que hemos recibido tanta ayuda para vencer.
Tú que lavaste con tu sangre los vestidos de los Inocentes,
— líbranos de todo pecado.
Tú que has colocado a los niños los primeros en el reino de los cielos,
— no nos excluyas del banquete eterno.
Tú que en la infancia sufriste persecución y destierro,
— guarda a los niños que hoy sufren por el hambre, la guerra o la injusticia de los mayores.
Padre nuestro.
Oración
Los mártires Inocentes proclaman tu gloria en este día, Señor, no de
palabra, sino con su muerte; concédenos, por su intercesión, testimoniar con
nuestra vida la fe que confesamos de palabra. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia
Tercia
LECTURA BREVE Lm 1, 16
Estoy llorando, mis ojos se deshacen en agua; mis hijos están
consternados ante la victoria del enemigo.
V/. El Señor los revistió con un manto de gloria.
R/. Y puso sobre su cabeza la corona de vencedor.
Sexta
LECTURA BREVE Lm 2, 11
Se consumen en lágrimas mis ojos, de amargura mis entrañas;
muchachos y niños de pecho desfallecen por las calles de la ciudad.
V/. Los justos viven eternamente.
R/. Reciben de Dios su recompensa.
R/. Reciben de Dios su recompensa.
Nona
LECTURA BREVE Jr 31, 16. 17a
Aparta tu voz del llanto, tus ojos, de las lágrimas, porque tendrá salario tu
trabajo y habrá esperanza para el porvenir, oráculo del Señor.
V/. Que los fieles festejen la gloria del Señor.
R/. Y canten jubilosos en filas.
La oración como en Laudes.
Vísperas
Todo de la Octava de la Natividad del Señor, como el día 28 de diciembre.
En los lugares donde la fiesta de san Esteban se celebra como solemnidad: las antífonas, la lectura breve y el responsorio, como en Laudes; los salmos, el cántico y las preces, del Común de un mártir.
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