DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO
Semana IV del Tiempo Ordinario
I Vísperas
Magníficat, ant:
Año A: Aunque el Esposo tarde, velad, porque no sabéis el día ni la hora.
Año B: La viuda echó para el Señor todo lo que tenía, y no le faltó lo necesario para
vivir.
Año C: Vale la pena morir a manos de los hombres cuando se espera que Dios
mismo nos resucitará para la vida.
Laudes
Benedictus, ant:
Año A: Resucitaremos para salir al encuentro del Señor, y así estaremos siempre con
él.
Año B: Con la fuerza de Dios, somos los afligidos siempre alegres, los pobretones
que enriquecen a muchos, los necesitados que todo lo poseen.
Año C: Los que sean juzgados dignos de la vida futura son hijos de Dios, porque
participan en la resurrección.
Oración
Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que,
bien dispuesto nuestro cuerpo y nuestro espíritu, podamos libremente cumplir tu
voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.
II Vísperas
Magníficat, ant:
Año A: A medianoche se oyó una voz: «¡Que llega el Esposo, salid a recibirlo!»
Año B: Aquella pobre viuda echó más que nadie, pues echó todo lo que tenía para
vivir.
Año C: Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos están vivos.
Aleluya.
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