Archidiócesis de Madrid - San Isidro, labrador, patrono de Madrid (Leccionario)

15 de mayo
SAN ISIDRO, LABRADOR,
patrono de Madrid
Solemnidad

PRIMERA LECTURA
Todos pensaban y sentían lo mismo

Lectura del libro de los Hechos de lo apóstoles 4, 32-35

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía.

Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor.

Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

Palabra de Dios.



Salmo responsorial     Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R/.: 2a)

V/. Su gozo es la ley del Señor. [O bien: Aleluya.]
R/. Su gozo es la ley del Señor. [O bien: Aleluya.]

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.

R/. Su gozo es la ley del Señor.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.

R/. Su gozo es la ley del Señor.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.

R/. Su gozo es la ley del Señor.


SEGUNDA LECTURA
El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra

Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 7-8. 11. 16-17

Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca.

Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído ponderar la paciencia de Job y conocéis el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso.

Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis. Mucho puede la oración intensa del justo. Elías, que era hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.

Palabra de Dios.


Aleluya
Jn 15, 9b. 5b
Permaneced en mi amor -dice el Señor-;
el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.


EVANGELIO
Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador

Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 1-7

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

― «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará».

Palabra del Señor.

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