Diurnal - Martes dentro de la Octava Pascual

Tiempo Pascual

MARTES DENTRO DE LA OCTAVA DE PASCUA 

Invitatorio

Ant. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.

El salmo invitatorio como en el Ordinario.

Laudes

Las antífonas, los salmos y el cántico como en las Laudes del domingo de Resurrección.

LECTURA BREVE          Hch 13, 30-33

Dios resucitó a Jesús de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. Nosotros os anunciamos que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy».

En lugar del responsorio breve, se dice:

Ant. Éste es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

Benedictus, ant. Jesús le dice: «¡María!» Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!» Jesús le dice: «Suéltame, que todavía no he subido al Padre». Aleluya.

PRECES

Alabemos a Cristo, que con su poder reconstruyó el templo destruido de su cuerpo, y supliquémosle:

Concédenos, Señor, los frutos de tu resurrección.

Oh Cristo Salvador, que en tu resurrección anunciaste la alegría a las mujeres y a los apóstoles y salvaste al universo entero,
conviértenos en testigos del Dios viviente.

Tú que has prometido la resurrección universal y has anunciado una vida nueva,
haz de nosotros mensajeros del Evangelio de la vida.

Tú que te apareciste repetidas veces a los apóstoles y les comunicaste el Espíritu Santo,
renuévanos por el Espíritu Defensor.

Tú que prometiste estar con tus discípulos hasta el fin del mundo,
quédate hoy con nosotros y sé siempre nuestro compañero.

Padre nuestro.

Oración

Tú, Señor, que nos has salvado por el misterio pascual, continúa favoreciendo con dones celestes a tu pueblo, para que alcance la libertad verdadera y pueda gozar de la alegría del cielo, que ya ha empezado a gustar en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo. 

En la despedida se dice:

V/. Podéis ir en paz. Aleluya, aleluya.
R/. Demos a gracias a Dios. Aleluya, aleluya.

Hora intermedia

SALMODIA

Antífona

Tercia: Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más. Aleluya.

Sexta: Fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. Aleluya.

Nona: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba. Aleluya.

En una de estas Horas se dice el siguiente salmo:

Salmo 118, 1-8

I (Aleph)

Dichoso el que, con vida intachable,
     camina en la voluntad del Señor;
     dichoso el que, guardando sus preceptos,
     lo busca de todo corazón;
     el que, sin cometer iniquidad,
     anda por sus senderos.

Tú promulgas tus decretos
     para que se observen exactamente.
     Ojalá esté firme mi camino,
     para cumplir tus consignas;
     entonces no sentiré vergüenza
     al mirar tus mandatos.

Te alabaré con sincero corazón
     cuando aprenda tus justos mandamientos.
     Quiero guardar tus leyes exactamente,
     tú, no me abandones.

Salmo 15

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
     yo digo al Señor: «Tú eres mi bien».
     Los dioses y señores de la tierra
     no me satisfacen.

Multiplican las estatuas
     de dioses extraños;
     no derramaré sus libaciones con mis manos,
     ni tomaré sus nombres en mis labios.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
     mi suerte está en tu mano:
     me ha tocado un lote hermoso,
     me encanta mi heredad.

Bendeciré al Señor, que aconseja,
     hasta de noche me instruye internamente.
     Tengo siempre presente al Señor,
     con él a mi derecha no vacilaré. 

Por eso se me alegra el corazón,
     se gozan mis entrañas,
     y mi carne descansa serena.
     Porque no me entregarás a la muerte,
     ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Me enseñarás el sendero de la vida,
     me saciará de gozo en tu presencia,
     de alegría perpetua a tu derecha.

Salmo 22

El Señor es mi pastor, nada me falta:
     en verdes praderas me hace recostar;

Me conduce hacia fuentes tranquilas
     y repara mis fuerzas;
     me guía por el sendero justo,
     por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,
     nada temo, porque tú vas conmigo:
     tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas una mesa ante mí,
     enfrente de mis enemigos;
     me unges la cabeza con perfume,
     y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
     todos los días de mi vida,
     y habitaré en la casa del Señor
     por años sin término.

Para las otras Horas, la salmodia complementaria.

Tercia

Ant. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más. Aleluya.

LECTURA BREVE          Cf. Hch 4, 11-12

Jesús es la piedra que desecharon los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular: ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos.

V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

Sexta

Ant. Fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. Aleluya. 

LECTURA BREVE          Cf. 1P 3, 21-22a

A vosotros actualmente os salva el bautismo: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que está a la derecha de Dios.

V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

Nona

Ant. Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba. Aleluya.

LECTURA BREVE          Col 3, 1-2

Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.
R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

Oración

Tú, Señor, que nos has salvado por el misterio pascual, continúa favoreciendo con dones celestes a tu pueblo, para que alcance la libertad verdadera y pueda gozar de la alegría del cielo, que ya ha empezado a gustar en la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Vísperas

Las antífonas, los salmos y el cántico como en las Vísperas del domingo de Resurrección.

LECTURA BREVE          1P 2, 4-5

Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo.

En lugar del responsorio breve, se dice:

Ant. Éste es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

Magníficat, ant. Mientras estaba llorando, vi a mi Señor. Aleluya.

PRECES

Aclamemos alegres a Cristo, que después de ser sepultado en el seno de la tierra resucitó gloriosamente a una vida nueva, y digámosle confiados:

Rey de la gloria, escúchanos.

Te rogamos, Señor, por los obispos, los presbíteros y los diáconos: que sirvan con celo a tu pueblo
y lo conduzcan por los caminos del bien.

Te rogamos, Señor, por los que sirven a la Iglesia con el estudio de tu palabra:
que escudriñen tu doctrina con pureza de corazón y deseo de adoctrinar a tu pueblo.

Te rogamos, Señor, por todos los fieles de la Iglesia: que combatan bien el combate de la fe,
y, habiendo corrido hasta la meta, alcancen la corona merecida.

Tú que en la cruz clavaste y borraste el protocolo que nos condenaba,
destruye también en nosotros toda clase de esclavitud y líbranos de toda tiniebla.

Tú que al bajar al lugar de los muertos abriste las puertas del abismo,
recibe a nuestros hermanos difuntos en tu reino.

Padre nuestro.

Oración

Tú, Señor, que nos has salvado por el misterio pascual, continúa favoreciendo con dones celestes a tu pueblo, para que alcance la libertad verdadera y pueda gozar de la alegría del cielo, que ya ha empezado a gustar en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo.

En la despedida se dice:

V/. Podéis ir en paz. Aleluya, aleluya.
R/. Demos a gracias a Dios. Aleluya, aleluya.

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