Diurnal - Domingo V de Cuaresma

Tiempo de Cuaresma

DOMINGO V DE CUARESMA

En vez de las antífonas para los cánticos de la Virgen María (Magníficat) y de Zacarías (Benedictus) que figuran en el siguiente formulario, pueden usarse las antífonas de libre elección que se hallan en el Apéndice IV.

Semana I del Salterio

I Vísperas

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del domingo de la semana I.

LECTURA BREVE              1P 1, 18-21

Ya sabéis con qué os rescataron de ese proceder inútil recibido de vuestros padres: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por vuestro bien. Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.

RESPONSORIO BREVE

R/. Escúchanos Señor y ten piedad. *Porque hemos pecado contra ti. Escúchanos.
V/. Cristo, oye los ruegos de los que te suplican. *Porque hemos pecado contra ti. Gloria al Padre. Escúchanos.

Magníficat, ant.:
Año A: El Padre, que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús, vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.
Año B: Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere da mucho fruto.
Año C: Existimos en Cristo, no con la justicia de la ley, sino con la que viene de la fe de Cristo.

PRECES

Glorifiquemos a Cristo, el Señor, que ha querido ser nuestro maestro, nuestro ejemplo y nuestro hermano, y supliquémosle, diciendo:

Renueva, Señor, a tu pueblo.

Cristo, hecho en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado, haz que nos alegremos con los que se alegran y sepamos llorar con los que están tristes,
— para que nuestro amor crezca y sea verdadero.

Concédenos saciar tu hambre en los hambrientos,
— y tu sed en los sedientos.

Tú que resucitaste a Lázaro de la muerte,
— haz que, por la fe y la penitencia, los pecadores vuelvan a la vida cristiana.

Haz que todos, según el ejemplo de la Virgen María y de los santos,
— sigan con más diligencia y perfección tus enseñanzas.

Concédenos, Señor, que nuestros hermanos difuntos sean admitidos a la gloria de la resurrección
— y gocen eternamente de tu amor.

Padre nuestro.

Oración

Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude, para que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo. Laudes

Laudes

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del domingo de la semana I.

LECTURA BREVE       Lv 23, 4-7

Estas son las festividades del Señor, las asambleas litúrgicas que convocaréis a su debido tiempo. El día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del Señor. El día quince del mismo mes es la fiesta de los panes ázimos, dedicada al Señor. Comeréis panes ázimos durante siete días. El primer día, os reuniréis en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo alguno.

RESPONSORIO BREVE

R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, *Ten piedad de nosotros. Cristo.
V/. Tú que fuiste triturado por nuestros crímenes. *Ten piedad de nosotros. Gloria al Padre. Cristo.

Benedictus, ant.:
Año A: Lázaro, nuestro amigo, está dormido: voy a despertarlo.
Año B: Haré con vosotros una alianza nueva: yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo.
Año C: No penséis en lo antiguo: mirad que realizo algo nuevo.

PRECES

Acudamos a nuestro Redentor, que nos concede estos días de perdón, y, bendiciéndole, digamos:

Infúndenos, Señor, un espíritu nuevo.

Cristo, vida nuestra, tú que por el bautismo nos has sepultado místicamente contigo en la muerte, para que contigo también resucitemos,
— concédenos caminar hoy en una vida nueva.

Señor Jesús, tú que pasaste por el mundo haciendo el bien,
— haz que también nosotros seamos solícitos del bien de todos los hombres.

Ayúdanos, Señor, a trabajar concordes en la edificación de nuestra ciudad terrena,
— sin olvidar nunca tu reino eterno.

Tú, Señor, que eres el médico de los cuerpos y de las almas,
— sana las dolencias de nuestro espíritu, para que crezcamos cada día más en santidad.

Padre nuestro.

Oración

Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude, para que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo. 

Hora intermedia

Tercia

Ant. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas.

LECTURA BREVE          2Co 4, 10-11

En toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
R/. Renuévame por dentro con espíritu firme.

Sexta

Ant. “Por mi vida –oráculo del Señor-, no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta de su conducta y que viva.”

LECTURA BREVE              1P 4, 13-14

Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros, porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.

V/. Aparta de mi pecado tu vista.
R/. Borra en mí toda culpa.

Nona

Ant. Empuñando las armas de la justicia, hagámonos recomendables a Dios por nuestra paciencia.

LECTURA BREVE           1P 5, 10-11

Tras un breve padecer, el mismo Dios de toda gracia, que os ha llamado en Cristo a su eterna gloria, os restablecerá, os afianzará, os robustecerá. Suyo es el poder por los siglos. Amén.

V/. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado.

R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias.

La oración como en Laudes.

II Vísperas

Las antífonas propias, en el Salterio; los salmos y el cántico, del domingo de la semana I.

LECTURA BREVE          Hch 13, 26-30a

Hermanos, a vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las profecías que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos.

RESPONSORIO BREVE

R/. Escúchanos, Señor, y ten piedad. *Porque hemos pecado contra ti. Escúchanos.
V/. Cristo, oye los ruegos de los que te suplican. *Porque hemos pecado contra ti. Gloria al Padre. Escúchanos.

Magníficat, ant.:
Año A: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí no morirá para siempre.
Año B: Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí.
Año C: Mujer, yo no te condeno; anda, y en adelante no peques más.

PRECES

Demos gloria y alabanza a Dios Padre que, por medio de su Hijo, Palabra encarnada, nos hace renacer de un germen incorruptible y eterno, y supliquémosle, diciendo:

Señor, ten piedad de tu pueblo.

Escucha, Dios de misericordia, la oración que te presentamos en favor de tu pueblo
— y concede a tus fieles desear tu palabra más que el alimento del cuerpo.

Enséñanos a amar de verdad y sin discriminación a nuestros hermanos y a los hombres de todas las razas,
— y a trabajar por su bien y por la concordia mutua.

Pon tus ojos en los catecúmenos que se preparan para el bautismo
— y haz de ellos piedras vivas y templo espiritual en tu honor.

Tú que, por la predicación de Jonás, exhortaste a los ninivitas a la penitencia,
— haz que tu palabra llame a los pecadores a la conversión.

Haz que los moribundos esperen confiadamente el encuentro con Cristo, su juez,
— y gocen eternamente de tu presencia.

Padre nuestro.

Oración

Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude, para que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo.

En las ferias de esta semana V de Cuaresma, en Laudes y Vísperas, pueden escogerse o bien los himnos comunes de Cuaresma, o bien los propios de la Semana Santa.

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