Misal Romano - Común de mártires: Para un mártir

Misas Comunes

COMÚN DE MÁRTIRES

B. Para un mártir

1

Antífona de entrada
Este santo luchó hasta la muerte en defensa de la ley de Dios, y no temió las palabras de los malvados; estaba afianzado sobre roca firme.

Oración colecta
Dios de todo poder y misericordia,
que infundiste tu fuerza a san N.
para que pudiera soportar el dolor del martirio,
concede a los que hoy celebramos su victoria
vivir defendidos de los engaños del enemigo
bajo tu protección amorosa.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
Señor, santifica con tu bendición
estas ofrendas que te presentamos,
y concédenos la gracia de vivir
encendidos en el fuego de tu amor
que dio fuerza al mártir san N.
para soportar los tormentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión Mt 16, 24
El que quiera venirse conmigo que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga -dice el Señor.

Oración después de la comunión
Señor, que el sacramento que hemos recibido
nos dé la fortaleza con que el mártir san N.
se mostró siempre fiel a tu servicio
y vencedor en el tormento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

2

Antífona de entrada
Este santo mártir derramó su sangre por el nombre de Cristo, no temió las amenazas de los jueces, y así alcanzó el reino de los cielos.

Oración colecta
Padre todopoderoso, que concediste al mártir san N.
pelear el combate de la fe hasta derramar su sangre,
te rogamos que su intercesión nos ayude
a soportar por tu amor la adversidad
 y a caminar con valentía hacia ti,
fuente de toda vida.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
Dios de misericordia,
derrama tu bendición sobre estos dones
y guárdanos en la fe que tu mártir san N.
confesó con su sangre.
Por Jesucristo nuestro Señor.

O bien:
Te ofrecemos, Señor, estas ofrendas
en la festividad de san N.,
a quien ninguna tentación
ha podido separar de la unidad de tu Iglesia.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Antífona de comunión Jn 15, 1. 5
Yo soy la verdadera vid, vosotros los sarmientos –dice el Señor–; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.

Oración después de la comunión
Reanimados por estos sacramentos
te rogamos, Señor, que imitando
la constancia de tu mártir san N.
merezcamos recibir de tus manos
el premio prometido a la paciencia.
Por Jesucristo nuestro Señor.

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