Diurnal - Completas, domingo: después de las primeras vísperas

Completas

DESPUÉS DE LAS PRIMERAS VÍSPERAS
DEL DOMINGO Y DE LAS SOLEMNIDADES

Todo como en el Ordinario, excepto lo siguiente:

HIMNO

I

      El sueño, hermano de la muerte,
      a su descanso nos convida;
      guárdanos tú, Señor, de suerte
      que despertemos a la vida.

Tu amor nos guía y nos reprende
y por nosotros se desvela,
del enemigo nos defiende
y, mientras dormimos, nos vela.

Te ofrecemos, humildemente,
dolor, trabajo y alegría; 
nuestra plegaria balbuciente:
«Gracias, Señor, por este día».

Recibe, Padre, la alabanza 
del corazón que en ti confía 
y alimenta nuestra esperanza
de amanecer a tu gran Día.

Gloria a Dios Padre, que nos hizo, 
gloria a Dios Hijo Salvador, 
gloria al Espíritu divino:
tres Personas y un solo Dios. Amén.

II

Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

SALMODIA

Fuera del Tiempo Pascual: Ant. 1. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.

Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya.

Salmo 4
Acción de gracias

El Señor hizo maravillas al
resucitar de Jesucristo de entre
los muertos (S. Agustín).

Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío;
      tú que en el aprieto me diste anchura,
      ten piedad de mí y escucha mi oración.

Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor,
      amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?
      Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
      y el Señor me escuchará cuando lo invoque.

Temblad y no pequéis,
      reflexionad en el silencio de vuestro lecho;
      ofreced sacrificios legítimos
      y confiad en el Señor.

Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha,
      si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?»

Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
      que si abundara en trigo y en vino.

En paz me acuesto y en seguida me duermo,
      porque tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo.

Fuera del Tiempo Pascual:

Ant. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.

Ant. 2. Durante la noche, bendecid al Señor.

Salmo 133
Oración vespertina en el templo

Alabad al Señor, sus siervos
todos, los que le teméis, 
pequeños y grandes (Ap 19,5).

Y ahora bendecid al Señor,
      los siervos del Señor,
      los que pasáis la noche
      en la casa del Señor.

Levantad las manos hacia el santuario
      y bendecid al Señor.

El Señor te bendiga desde Sión,
      el que hizo cielo y tierra.

Fuera del Tiempo Pascual: Ant. Durante la noche, bendecid al Señor.

Tiempo Pascual: Aleluya, aleluya, aleluya.

LECTURA BREVE                      Dt 6, 4-7

Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.

RESPONSORIO BREVE

Fuera del Tiempo Pascual:
R/. A tus manos, Señor, * Encomiendo mi espíritu. A tus manos.
V/. Tú, el Dios leal, nos librarás. * Encomiendo. Gloria al Padre. . A tus manos.

Tiempo Pascual:
R/. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. * Aleluya, aleluya. A tus manos.
V/. Tú, el Dios leal, nos librarás. * Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. A tus manos.

El cántico evangélico con su antífona como en el Ordinario.

Oración

En los domingos y durante la Octava de Pascua:

Guárdanos, Señor, durante esta noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, la celebración del domingo nos llene con la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

En las solemnidades que no coinciden en domingo y durante la Octava de Navidad:

Visita, Señor, esta habitación: aleja de ella las insidias del enemigo; que tus santos ángeles habiten en ella y nos guarden en paz, y que tu bendición permanezca siempre con nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.

La conclusión de la Hora y la antífona final a la Santísima Virgen María como en el Ordinario.

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