Misal Romano - San José, Obrero

Propio de los Santos
Mayo

1 de mayo
San José Obrero

Antífona de entrada
¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás el fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. Aleluya.

Oración colecta
Dios todopoderoso, creador del universo, 
que has impuesto la ley del trabajo a todos los hombres; 
concédenos que, siguiendo el ejemplo de san José, 
y bajo su protección, 
realicemos las obras que nos encomiendas 
y consigamos los premios que nos prometes. 
Por nuestro Señor Jesucristo.


Oración sobre las ofrendas
Señor, Dios nuestro, fuente de misericordia, 
acepta nuestra ofrenda en la fiesta de san José, obrero, 
y haz que estos dones se transformen 
en fuente de gracia para los que te invocan. 
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio:
La misión de san José

V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.

V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, 
es nuestro deber y salvación 
darte gracias 
siempre y en todo lugar, 
Señor, Padre santo, 
Dios todopoderoso y eterno.

Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria 
en la conmemoración de san José,
el hombre justo 
que diste por esposo 
a la Virgen Madre de Dios;
el servidor fiel y prudente 
que pusiste al frente de tu Familia 
para que, haciendo las veces de padre, 
cuidara a tu único Hijo, 
concebido por obra del Espíritu Santo, 
Jesucristo, Señor nuestro.

Por él, los ángeles y los arcángeles,
y todos los coros celestiales 
celebran tu gloria, unidos en común alegría. 
Permítenos asociarnos a sus voces 
cantando humildemente tu alabanza:

Santo, Santo, Santo...

Antífona de comunión
Todo lo que de palabra o de obra realicéis sea todo en nombre de Jesús, ofreciendo la acción de gracias a Dios. Aleluya.

Oración después de la comunión
Señor, tú nos has alimentado con la eucaristía; 
por ello te pedimos que, dando testimonio, 
como san José, del amor que infundes en nuestros corazones, 
podamos gozar continuamente de la paz verdadera. 
Por Jesucristo, nuestro Señor.

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