AGOSTO
2 de agosto
NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES,
Patrona de la Diócesis
Solemnidad
Antífona de entrada
Alegrémonos todos en el Señor al celebrar este día de fiesta en honor de la Virgen María, Señora de los Ángeles; ellos se alegran también de esta solemnidad y alaban al Hijo de Dios.
Se dice Gloria.
Oración colecta
Señor, Dios Nuestro,
que has querido darnos como madre
a la bienaventurada Virgen María,
Madre de tu Hijo y Reina de los Ángeles,
concédenos que, por su intercesión,
perseverando fieles en tu servicio,
un día, unidos a los coros celestiales,
cantemos eternamente las alabanzas de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
Oración sobre las ofrendas
Jubilosos de poder celebrar
la festividad de la Madre de tu Hijo,
te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza,
y te suplicamos que, por estos sagrados misterios
se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias, siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria
en la festividad de Santa María de los Ángeles.
Porque ella concibió a tu único hijo
por obra del Espíritu Santo
y, sin perder la gloria de su virginidad,
derramó sobre el mundo la luz eterna,
Jesucristo, Señor nuestro.
Por él, los ángeles y los arcángeles,
y todos los coros celestiales celebran tu gloria
unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de comunión Lc 1, 28
El ángel dijo a María: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita Tú entre las mujeres.
Oración después de la comunión
Dios Todopoderoso, que este sagrado banquete
aproveche a los que veneramos a la Virgen María,
Reina de los Ángeles,
para que celebremos cada vez más
la inmensa misericordia de tu hijo
y la busquemos siempre con sincero corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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